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28 junio, 2020 Comentarios desactivados en “El género Monsiváis”, irreverente, humorista y un tanto cínico Ideas

“El género Monsiváis”, irreverente, humorista y un tanto cínico

Es una recopilación del discurso ofrecido por el periodista y escritor Juan Villoro, durante la instauración de la Cátedra en honor al célebre cronista mexicano/El texto está disponible con descuento de 50% y envío sin costo a todo el país/FOTO: Melitón Tapia. INAH.

CIUDAD DE MÉXICO, 28 de junio del 2020.- “En 2009, en un festival literario en Colombia, un norteamericano se dirigió a Carlos Monsiváis (1938-2010) con una mezcla de interés e insolencia: ‘Me gustó lo que dijo, pero nadie me puede decir quién es usted, podría recomendarme alguno de sus libros’, el cronista —fingiendo paciencia franciscana— le contestó: ‘me limitaré a dos de ellos, El llano en llamas y Pedro Páramo, algunos maledicentes dicen que no los escribí yo, pero nunca les respondo a mis detractores”.

Esa era la actitud irreverente, humorista y un tanto cínica, característica de quien veía en el humor una carta de ciudadanía del idioma. Lo anterior fue rememorado por el periodista y escritor Juan Villoro, uno de los más asiduos lectores del célebre cronista, en un video grabado durante la instauración de la Cátedra Carlos Monsiváis, el 2 de septiembre 2015, donde ofreció una exquisita semblanza de este personaje, misma que dio origen al libro El género Monsiváis (INAH, 2017).

A 10 años de la partida de Monsiváis, y como parte del homenaje nacional organizado por el Gobierno de México, a través de instancias como la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se retransmitió dicho video en el canal de INAH TV en  YouTube, dentro del ciclo “Palabra de nuestros autores”, estrategia de divulgación de la Coordinación Nacional de Difusión de la institución.

En la apertura de la Cátedra homónima del cronista y escritor mexicano, creada por el INAH, a través de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), Villoro destacó al autor de clásicos como Los rituales del caos, como un caso único en la literatura mexicana, ya que se trata de un personaje escapado de sus libros.

“‘Soy un lugar común de la Portales’, así se definía Monsiváis en el pináculo de su fama, muy en su estilo, con esa frase confirmaba y refutaba su celebridad, lejos de toda beatería. El autor de Nuevo catecismo para indios remisos, era, sin embargo, un muralista”, afirmó.

El periodista indicó que la obra entera del cronista y su conducta pública se definen por la libertad de ejercer el juicio, el discernimiento y la sanción. Su copiosa bibliografía es el discurso de un juez irreverente y autocrítico, pero seguro de su autoridad, que condena o absuelve.

El ganador del Premio Herralde (2004), por su novela El Testigo, afirmó que las crónicas de Monsiváis importan más por lo que él pensó de los acontecimientos que por sí mismos. En este sentido, dijo, tienen algo de ensayos dramatizados, donde la historia es una oportunidad para opinar y el temperamento intelectual del autor las hace anacrónicas.

Y en ese género, el autor de las letras de las canciones de Los Tepetatles (grupo que satirizaba a Los Beatles), precisamente, hacía gala del humor para expresarse y afirmaba que, escrita desde la periferia de civilización, la literatura mexicana padece una inseguridad, la cual solo superará cuando se atreva a burlarse de sí misma. Por ejemplo, uno de esos temas dice: “in a gadda da vida, nada te debo; in a gadda da vida, estamos en paz”, mezclando a Iron Butterfly con Amado Nervo.

“La columna Por mi madre bohemios fue un extenso archivo del ridículo. El cronista dejó de ser un mero testigo de los hechos para incorporarse a ellos como personaje, se volvió demasiado célebre para pasar inadvertido”, expuso.

Asimismo, Villoro describió así a Monsiváis: “cabellera revuelta, chamarra de mezclilla y su gran mandíbula cruzada por la sonrisa de quien aún no sabe qué pensar o ya lo sabe, pero prefiere no decirlo, determinaban el suceso. El icono estaba ahí, odiaba hacerse el amable y despreciaba la cortesía protocolaria, ante la pedantería y la falsa erudición, reaccionaba con firmeza, lo mismo que ante la ignorancia”.

Aseguró que, “junto con las canciones de Chava Flores y las historietas de Gabriel Vargas, que dieron lugar a la familia Burrón, Carlos Monsiváis fue el cronista no oficial de un laberinto roto: el Distrito Federal (hoy Ciudad de México). ‘Nuestra ciudad es, ante todo, la demasiada gente’, dijo Monsiváis.

“La crónica trata del pasado lejano o inmediato, pero interviene en el porvenir, es una manera de aguardar otro suceso. Cada una de sus interpretaciones estaba destinada a quedar incompleta y suscitar otra futura; sus páginas, como el irónico inquilino de la calle San Simón no dejarán de decir: regresa al día siguiente”, concluyó el periodista en aquella ocasión.

Como parte de la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura, el libro El género Monsiváis está disponible con descuento de 50%, a través del correo electrónico [email protected], con el código OAV0944. Envío sin costo dentro de la República Mexicana.

 

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