Según estudio de CartoCrítica y Cemda, entre las áreas afectadas están las comunidades de la Península carmelita, en el Área de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, donde también hay mayor riesgo de malformaciones congénitas.
Por Daniel Sánchez
CIUDAD DEL CARMEN, Cam. 28 de mayo del 2025.- La quema de gas natural (mejor conocida como “flaring” en inglés) en las instalaciones de la empresa Petróleos Mexicanos en el sureste de México, incluida la Península de Atasta, dentro del Área de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, impacta la salud neonatal e incrementa el riesgo de malformaciones congénitas.
En su estudio “Nacer junto a un mechero: impactos a la salud neonatal por la quema de gas en el sureste de México”, la iniciativa CartoCrítica y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) señalan que “el flaring actúa como un factor relevante en la salud neonatal, pero inserto en un entramado socioambiental más amplio”.
Reafirman que existe “evidencia de que las emisiones tóxicas derivadas del “flaring” no solo deterioran la calidad del aire local, sino que impactan gravemente la salud perinatal en las poblaciones expuestas”.
CartoCrítica y Cemda destacan que este “nuevo estudio revela que vivir cerca de la quema de gas por parte de la industria petrolera incrementa el riesgo de malformaciones y otros problemas de salud en recién nacidos”.
Expresan que “en el sur de México, miles de niñas y niños nacen cada año en territorios rodeados por mecheros de Pemex: estructuras metálicas donde el gas asociado a la extracción de petróleo se quema día y noche al aire libre”.
“Esta práctica, conocida como “flaring”, ha sido denunciada durante años por comunidades afectadas. Ahora, un nuevo estudio revela que los riesgos a la salud van mucho más allá de lo anecdótico”, agregan.
“El análisis encontró asociaciones estadísticamente significativas entre la exposición al “flaring” y múltiples problemas de salud al momento del nacimiento. Entre 2017 y 2023, se analizaron más de 420 mil nacimientos en localidades del sureste mexicano”, detallan.
“El resultado es alarmante: Los bebés que nacen en zonas de alta exposición al “flaring” tienen: 87 por ciento más riesgo de presentar anomalías cromosómicas; 84 por ciento más riesgo de otras malformaciones congénitas; 29 por ciento más riesgo de parto prematuro; además de mayor probabilidad de nacer con bajo peso, menor talla y APGAR bajo (examen realizado en los primeros cinco días de nacido)”, indican.
“Estos resultados se mantuvieron incluso después de considerar factores como educación materna, atención prenatal, número de embarazos y altitud”, puntualizan.
Las organizaciones aseguran que “el “flaring” genera partículas ultrafinas, benceno, óxidos de azufre y otros contaminantes reconocidos por su toxicidad. Y aunque su reducción es parte de compromisos internacionales sobre cambio climático, en México ha aumentado, sobre todo en tierra firme, justo donde habita la población”.
“Este estudio es el primero en el país que documenta, con datos oficiales y herramientas estadísticas, los efectos del “flaring” sobre la salud neonatal. Lo que antes eran denuncias locales, ahora son evidencias científicas”, exponen.
“Frente a estos hallazgos, es urgente: Detener progresivamente el “flaring”, sobre todo en zonas habitadas; establecer vigilancia ambiental y epidemiológica en las regiones afectadas; garantizar acceso a atención médica especializada para las comunidades cercanas a mecheros, y exigir a Pemex y a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) que vigilen, sancionen, rindan cuentas y modifiquen sus prácticas”, apuntan.
Afirman también que “dado que los resultados obtenidos en este estudio revelan asociaciones significativas entre la exposición a la quema de gas por “flaring” y malformaciones congénitas, particularmente en sistemas críticos, como el circulatorio, osteomuscular y cromosómico, así como en resultados neonatales adversos, como bajo peso al nacer y parto prematuro; estos hallazgos coinciden con la evidencia previa sobre los contaminantes liberados en la quema de gas, como compuestos orgánicos volátiles (COV), óxidos de azufre (SO₂) y partículas suspendidas, que afectan el desarrollo fetal, al atravesar la barrera placentaria (Onome et al., 2020; Kiryushin et al., 2023)”.
“Estudios en el Delta del Níger y Texas han demostrado patrones similares, donde la proximidad a mecheros activos incrementa el riesgo de defectos del tubo neural, cardíacos y del sistema esquelético (Abbey & Kua, 2022; Tang et al., 2020)”, concluyen.
CartoCrítica es una iniciativa civil mexicana e independiente, sin fines de lucro, que promueve la transparencia y el acceso público a la información socioambiental georreferenciada, en formatos abiertos, para alcanzar la gestión integral del territorio, el respeto a los derechos humanos y la conservación de la diversidad biológica y cultural.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. es una organización no gubernamental, apolítica y sin fines de lucro que, desde hace 30 años, trabaja para la defensa del medio ambiente y los recursos naturales.
Consulta aquí el estudio completo y su presentación:
