Del derecho al voto a la igualdad política

La violencia de género, síntoma de la sociedad patriarcal

25 octubre, 2017 Comments (0) Ideas

Veinte años

Por Arturo Moo Cahuich

La resistencia civil y la represión policíaca llegaron a 20 años, dos décadas, cuatro quinquenios, como quieran interpretar el 19 de Octubre. Las huellas más profundas en la historia local son que hubo fraude electoral en la gubernatura de 1997, que ganó Layda Sansores. El sistema gubernamental se negó a reconocer la alternancia política que decidieron los ciudadanos. Por ello, en repudio a esto, los campechanos tomaron la Plaza de la República como bastión de la democracia para expresar las inconformidades.

¿Alguien olvida que existió un Museo del Fraude en Campeche y que luego se instaló en la capital del país?¿Que durante la Resistencia Civil se realizaron alrededor de 300 eventos de protesta contra el fraude?

El tiempo transcurrido ha puesto en el basurero histórico a Curi (José Antonio González Curi), Jorge Salomón Azar García, Juan José Casanova Isaac, entre otros. Han fallecido ya algunos. Sus hechos pasados y presentes quedaron registrados como lo malo y lo pésimo.

Primero, a Salomón Azar le cayó un 11 de septiembre, cuando ungieron a Curi y ese día los antimotines se estrenaron en los cuerpos de los manifestantes. El hijo de Layda estuvo a punto de ser secuestrado y ante el fallido intento, le partieron la cabeza. Muchos descalabrados y golpeados, reporteros incluso. El 11 de septiembre se ubica también en Chile, que en Estados Unidos.

Después, el 15 de septiembre de 1997, un hecho inusitado, dos Gritos de Independencia, de por medio el camellón del Circuito Baluartes. Pero el más concurrido fue el evento de Layda.

 

¿Alguien olvida que existió un Museo del Fraude en Campeche y que luego se instaló en la capital del país?

¿Que durante la Resistencia Civil se realizaron alrededor de 300 eventos de protesta contra el fraude?

También la otra cara de la moneda, Andrés Manuel López Obrador y Layda Sansores San Román, ambos, continúan en sus luchas partidistas y sociales. De igual manera, ambos gozan de presencia nacional y liderazgos. Para ellos se mantienen los reflectores nacionales y se vislumbran todavía mejores momentos.

La represión policíaca del 19 de octubre de 1997 no fue capítulo fácil para el gobierno de Curi,  quien exhibió sus dotes trogloditas. Los medios nacionales, las comisiones de Derechos Humanos, nacional, local y organismos internacionales dieron seguimiento al caso. Pusieron reflectores mediáticos a la bestialidad cometida en Campeche por un usurpador.

En ese entonces, el comandante de la XXXIII Zona Militar, General de Brigada, César Augusto Aguirre González, fue conminado por Sansores San Román para responder a las peticiones escritas que se le presentaron, donde se relacionó todas las pruebas de los gases lacrimógenos que fueron disparados a los civiles. Por cierto, armamento de fabricación MADE IN USA. Tragos amargos tuvo que sorber el militar para proteger al represor.

La Comisión de Derechos Humanos tuvo que responder a las demandas presentadas por 26 personas arteramente golpeadas. Trabajaron horas extras en los expedientes de Eudaldo Ek, David Zavaleta, Isabel Ramos, Alberto Negrete, José Ríos, entre otros.

Para el Registro Civil, fueron horas y días de inquietudes para esclarecer la muerte de Cinthia Caamal, la menor que murió en el campamento de protesta, a consecuencia de la represión. Los padres de la niña resultaron víctimas de un feroz ataque del gobierno para no culparlo y fingir una muerte natural. Como siempre, el tiempo exhibe lo podrido.

La noche del 19 de octubre ha sido descrita ya varias veces.

Los gases lacrimógenos invadieron Palacio de Gobierno, Plaza de la República, Hotel Baluartes, Malecón, Parque Principal. Y en la Iglesia Catedral. cerraron las puertas a mujeres con niños en brazos en busca de refugio. La bestialidad de Curi fue acatada.

Sin embargo, antes de la medianoche, los rebeldes se volvieron a instalar frente a Palacio y sólo el descubrimiento del Centro de Espionaje fue la razón para levantar el campamento de la resistencia civil y no el argumento que manejan los textoservidores del gobierno.

Así, el antipriismo en Campeche quedó manifestado y ahora, el PRI en cada proceso comicial, se dedica a la compra del voto, al soborno y la coerción, etc.

En resumen, la Resistencia Civil despertó a los aletargados campechanos y se esperan tiempos nuevos para el país y la entidad.

 

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