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29 septiembre, 2018 Comentarios desactivados en Atlas de bienes, saberes y expresiones culturales indígenas Ideas

Atlas de bienes, saberes y expresiones culturales indígenas

En el marco de la FILAH, dan a conocer el Atlas Nacional de Etnografía/Diego Prieto, titular del INAH, destaca que el volumen recoge el patrimonio de los pueblos indígenas/El investigador Miguel Bartolomé califica a la obra como un hito de la antropología mexicana. FOTOS: Mauricio Marat, INAH.

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre del 2018.- Durante el primer día de actividades de la XXIX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), celebró la publicación del volumen Las culturas indígenas de México, Atlas Nacional de Etnografía, coordinado por Saúl Millán.

En la presentación, que se efectuó en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, el antropólogo Prieto Hernández resaltó que para la institución era un compromiso fundamental la publicación del atlas nacional.

La publicación reúne más de un centenar de textos elaborados a lo largo de medio siglo, en los que 80 autores muestran, desde distintas ópticas, la diversidad de comunidades indígenas del país.

El atlas incluye una introducción, estudios básicos, ensayos temáticos, cuadros y recuadros, una bibliografía, mapas, fotografías, dibujos y viñetas que dan cuenta de la población indígena de México, que actualmente suma 10 millones 775 mil 237 habitantes. Los campos temáticos van desde la economía hasta la cosmovisión, pasando por las formas de gobierno y los conocimientos locales de los 64 grupos indígenas que habitan el país.

“El Proyecto de Etnografía, que después se transformó en el Programa Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas de México, ha sido fundamental para que el INAH vaya abordando desde otra perspectiva el patrimonio cultural y que no se reduzca a lo monumental.

“El patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico es muy importante, y representa para el INAH una responsabilidad legal ineludible, pero el patrimonio es mucho más que eso, tiene que ver con los bienes, saberes, valores, símbolos, expresiones culturales que les dan a los pueblos y grupos humanos identidad, sentido, reconocimiento y capacidad de pervivir en el mundo”.

Los comentarios del volumen corrieron a cargo de los doctores Miguel Bartolomé y Alicia Barabas, investigadores del Centro INAH Oaxaca; Jesús Jáuregui, investigador de la Fonoteca del INAH; Alessandro Questa, de la Universidad Iberoamericana; Saúl Millán, coordinador de la edición y profesor de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y como moderadora Gloria Artís, directora del Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

El titular del INAH añadió que este libro es resultado de la segunda etapa del programa nacional en la materia, el cual espera que pronto pueda entrar a una tercera época más fructífera, en la que se puedan plantear nuevas tareas y objetivos, “aunque el saldo que representa esta obra, como dice Alessandro Questa, es un sueño, un trampolín, una ofrenda, es una recordación en buena medida de nuestros fundadores”.

Diego Prieto dijo que es fundamental que el atlas esté en todas las bibliotecas, en todos los centros de investigación, “porque los pueblos indígenas no son sólo cosa del pasado, están muy presentes; se debe asumir que la diferencia no debe ser motivo de segregación, exclusión, extrañamiento, sometimiento y despojo, sino de inclusión y diálogo intercultural, fructífero y fraternal”.

En su intervención, el investigador Miguel Bartolomé dijo que el atlas es una obra verdaderamente monumental, no sólo por sus 739 páginas, sino por su contenido que representa un esfuerzo notable por parte de su coordinador Saúl Millán y de un grupo de investigadores.

“Esta empresa académica, llevada a cabo por Saúl Millán, Carlos Heiras, Alessandro Questa e Iván Pérez Téllez, constituye un hito en la historia de la antropología mexicana. Por primera vez científicos sociales altamente capacitados tratan de brindar un panorama global de primera mano sobre las culturas indígenas contemporáneas, sin olvidar ciertos ensayos históricos que pueden considerarse pioneros de la antropología mexicana”.

El volumen, añadió Bartolomé, refleja parte de la gran importancia que el INAH otorga a la investigación etnográfica y lo sitúa a la vanguardia, “pero no se trata de un evento aislado, este libro forma parte de un proyecto único en América Latina, que fue formulado y promovido inicialmente en 1999, a finales del milenio pasado por la maestra Gloria Artís Mercader, y que dio como resultado 12 atlas, contando el que hoy se presenta”.

El doctor Alessandro Questa, uno de los investigadores que contribuyó en el texto, mencionó que luego de nueve años logró salir a la luz este libro en el que su “chamba” consistió en descubrir, releer textos sobre personas fascinantes, husmear en archivos a la caza de fotografías icónicas. “Llegamos apasionados a traducir por primera vez al castellano algunos documentos etnográficos. En suma, inventamos una extraña enciclopedia de experiencias y vocablos, de descripciones íntimas, de numeralias fantásticas, de mapas y presencias que no hacen vibrar al lector más desencantado de este país. Este es, en efecto, un libro que encanta”.

Por su parte, Alicia Barabas mencionó que se trata de una obra bien editada, con excelente material visual de prestigiosos fotógrafos y archivos fotográficos. Con mapas y gráficas legibles y atractivas, con material estadístico sobre lenguas habladas y otros aspectos, elaborados a partir de los archivos y materiales de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Lo más importante —prosiguió— es que incluye a todos los pueblos indígenas de México y, en una de las secciones, nos entrega un breve pero adecuado resumen de cada uno de ellos acompañado de su ubicación geográfica, que más adelante se complementa con las síntesis de cada familia lingüística.

La nota crítica al volumen estuvo a cargo del doctor Jesús Jáuregui, quien expresó que la decisión de haber circunscrito el atlas sobre las culturas indígenas de México a la delimitación geográfica del Estado mexicano corresponde a una postura empirista. El punto central es que en un proyecto editorial sobre “las culturas indígenas del México contemporáneo” éstas se presentan como equivalente a la “población indígena de México” y luego, en otros términos, como “el conjunto de pueblos indígenas que habitan el territorio mexicano”.

Este paso debió ser argumentado puntualmente por Millán, prosiguió Jáuregui, en especial debido a que está relacionado con los procesos del establecimiento de las fronteras terrestres norteña y sureña, los cuales difieren considerablemente y tuvieron consecuencias determinantes para los grupos indígenas que fueron partidos por las mojoneras. No es correcto, ni corresponde a la tradición antropológica que un estudio cultural de gran amplitud se delimite por fronteras políticas y no por variaciones culturales significativas.

Las consecuencias de esta decisión son que no se presenta en los mapas y no aparecen referidos etnográficamente en los textos los segmentos localizados en los Estados Unidos de seis grupos indígenas mexicanos: los cucapá, entre Baja California y Arizona; los pimas, entre Sonora, Chihuahua y Arizona; los kiliwas, entre Baja California y Arizona; los pimas, entre Sonora, Chihuahua y Arizona, y los pápagos, entre Sonora y Arizona.

Por último, Saúl Millán apuntó que en este libro el lector podrá advertir que en él se encuentran contemplados todos los aspectos que los pueblos indígenas consideran significativos, desde cómo construir una casa hasta como pedir la mano de una novia. “Algo, sin duda, que puede ayudar a resolver nuestros propios problemas y encontrar para ellos mejores soluciones”.

 

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