El Imco detecta falta de planeación, simulación y discrecionalidad en la aplicación del presupuesto de egresos de 2017 y poca vigilancia del Congreso del Estado, así como gastos exorbitantes en materiales y suministros, ceremonias oficiales y servicios generales, pero principalmente en publicidad oficial.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 9 de octubre del 2018.- El estado de Campeche, bajo la administración de Alejandro Moreno Cárdenas, subestimó sus ingresos, gastó más de lo presupuestado en el año 2017, principalmente en publicidad oficial, gasto burocrático, servicios básicos y ceremonias oficiales, y se endeudó más de lo planeado.
En resumen, en la entidad campechana, falta planeación, hay simulación y discrecionalidad en la aplicación del presupuesto de egresos y poca vigilancia del Congreso local, que no fue un contrapeso real para el gobernador y la Secretaría de Finanzas, concluyó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), al dar a conocer su Índice de Información del Ejercicio del Gasto (IIEG) 2018.
Al hacer un análisis del ejercicio del gasto en 2017, el Imco destacó que Campeche tuvo ingresos excedentes por dos mil 900 millones de pesos, 15 por ciento más que los 19 mil 300 millones estimados, pero derrochó tres mil 600 millones de pesos más, 19 por ciento más, para alcanzar un gasto de 22 mil 900 millones de pesos.
De los ingresos excedentes, 300 millones de pesos fueron de la contratación de deuda adicional a la planteada en la Ley de Ingresos del Estado de Campeche.
La agrupación civil señaló que “estos ingresos excedentes permiten un mayor gasto; sin embargo, al no estar debidamente regulados, existe un margen para su uso discrecional, es decir, son cheques en blanco”.
Asegura que los gobiernos estatales “asignan recursos a rubros que no tienen un impacto directo en la población”; sin embargo, ello no significa que deba eliminarse el gasto burocrático, sino que debe auditarse y replantearse su tamaño.
El Imco fue contundente en una de sus conclusiones: En el país, todos los estados violan la Ley General de Contabilidad Gubernamental.
Por ello, propone “establecer controles a las modificaciones presupuestales que limiten el aumento desproporcionado de su gasto administrativo, y que haya mayor participación de los congresos locales para la aprobación y supervisión sobre en qué y cómo se gasta”.
“Con los informes trimestrales de gasto, los congresos están en posibilidad de detectar variaciones injustificadas desde el primer trimestre del año y llamar a rendir cuentas a los ejecutivos estatales”, indica.
“Hay una nula intervención de los congresos locales”, porque “no están facultados para aprobar las modificaciones al presupuesto realizadas por las secretarías de Finanzas, hacen poco uso de su facultad de emitir opiniones sobre los informes trimestrales de gasto que las secretarías de Finanzas les remiten y no exigen la comparecencia de las autoridades ejecutoras que gastan más de lo aprobado”, puntualiza.
Los gastos exorbitantes detectados
En el IIEG 2018, la organización civil señala que “de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la ONU clasifica las variaciones del gasto de los países” y si se aplicara esta escala a las 32 entidades federativas, 19 de ellas estarían reprobadas, incluyendo Campeche.
Afirma que los estados ejercen “presupuestos de juguete”, ya que el 76 por ciento de las partidas del gasto estatal del 2017 tuvieron variaciones a la baja o al alzar, y sólo el 24 por ciento se mantuvieron en sus montos aprobadas y ejercidos.
Uno de los rubros que superaron lo presupuestado fue el del gasto burocrático, que incluye salarios, materiales y servicios generales, y en Campeche, “Alito” destinó 14 por ciento más que lo señalado en el presupuesto de egresos 2017.
En cuanto a materiales y suministros, erogó 51.8 por ciento más que lo planteado en el presupuesto de egresos en 2017; en servicios básicos, el incremento fue del 18 por ciento; en ceremonias oficiales, de 94 por ciento, y en servicios generales, 80.2 por ciento.
Sin embargo, el salto más exorbitante se registró el año pasado en servicios de comunicación social y publicidad, en el que Campeche ejerció 628 millones de pesos, 288 por ciento más que lo presupuestado (162 millones de pesos) ocupando el tercer lugar nacional entre las 32 entidades federativas.
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