Mensaje del año 2020 a la militancia de Morena Campeche

Por Héctor Malavé

En 2017, previo a las elecciones a la presidencia del 2018, la militancia de Morena se reunió en presencia de Layda Sansores y la dirigencia estatal de aquel momento.

Los dirigentes municipales y militantes estaban ahí reunidos y se plantearon la pregunta: ¿Si debíamos aceptar o no el apoyo de militantes del PRI “arrepentidos”, conversos a Morena, para conformar la estructura electoral?

En aquella ocasión, señalé que con la fuerza política de AMLO era suficiente para ganar la elección presidencial, no obstante, por el temor al fraude, era mejor asegurar la elección -tesis del mal menor-, la unanimidad señaló que era necesario el apoyo político del desprendimiento del PRI (la teoría del desprendimiento), siempre y cuando aceptaran los principios ideológicos de Morena.

Lo cierto es que el efecto de AMLO arrasó en las elecciones presidenciales, sin necesidad del apoyo de los externos a Morena, su ayuda en cierta medida provocó una merma en la potencia moral de Morena y finalmente, ocasionó disturbios y conflictos internos en el partido que terminaron siendo un factor de luchas facciosas.

Finalmente, la queja principal de los líderes históricos de Morena y militantes fue su desplazamiento en escenarios claves de lucha. La izquierda y sus cuadros no terminaron por consolidarse en la estructura política del estado. Existe una resistencia del viejo PRI a abandonar sus posiciones de privilegio que por casi 90 años han tenido.

El rechazo de la ciudadanía al PRI es evidente, por lo que en 2021 dejarán el poder político del estado, más del 60% de los ciudadanos quieren un cambio, ante lo cual la manera más segura de garantizar su permanencia en el poder político de Campeche es el continuismo usando a Morena como herramienta de apoyo. Como en la película del exorcista, cuando al final el sacerdote es poseído por la misma bestia que intentaba expulsar de la niña.

En 2020, amigos y compañeros de Morena, todos aquellos históricos, se vienen tres batallas. Pero para nosotros en la izquierda las batallas nos hacen fuertes y capaces para defender el proyecto. 1) Las batallas no solamente serán por los espacios que a la izquierda le corresponden por derecho democrático en el estado, 2) las batallas no sólo serán por la dirección del partido, 3) también serán por la elección del candidato a la gubernatura.

Cuestión no menor, porque es el fin de un ciclo y el inició de otro, la forma de hacer política, y la amenaza que la península de Yucatán gire a la derecha, poniendo un dique al proyecto de la 4T.

¿Cuándo habéis visto a un Pozos o a un Sales en las luchas por la democracia? ¿Cuándo los habéis visto repartir panfletos de casa en casa? ¿Cuándo los habéis visto luchar contra el fraude electoral? ¿Cuándo hacer demandas abiertas y fuertes contra el neoliberalismo? ¿Cuándo ir a la cárcel? ¿Cuándo ser reprimidos? ¿Cuándo ser difamados? ¿Cuándo tomar carreteras? Jamás!

Más que nunca esperan las venas abiertas de nuestro partido para inocular el veneno. Defendamos a Morena de aquellos que la asechan como si fuera un cordero, hay que cerrar filas con la vanguardia más dura del laydismo e iniciar el trabajo en las estructura política e ideológica del partido.
Morena es de quién la procura y la trabaja, es del pueblo y para el pueblo, es un partido de lucha, y su líder surgió en 1997.

Es un asunto político de suma trascendencia moral que está por venir, confío en que la fortaleza y la sensatez de TODA la militancia conducirán a buen puerto los nuevos horizontes todavía lejanos.

Saludos, feliz año 2020.