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20 febrero, 2018 Comentarios desactivados en El laydismo, la dirigencia de MORENA y las elecciones, un ensayo a tres tiempos Ideas

El laydismo, la dirigencia de MORENA y las elecciones, un ensayo a tres tiempos

Por Héctor Malavé Gamboa

Cor ne edito

Pitágoras

 

El mayor peligro es el silencio

Milad Doueihi

 

Advertencia al lector

Si es usted, amable lector, un izquierdista crítico, las aportaciones seguramente le servirán para complementar sus análisis de un fenómeno complejo, como es la transición política del país; si no lo es, le recomiendo que se abstenga de leer el presente ensayo político, crónica de los últimos tres meses (diciembre de 2017, enero y febrero de 2018), evitará mortificaciones innecesarias y perder su tiempo, lo cual es muy legítimo.

Por otro lado, la crítica histórica, igualmente subjetiva en muchos aspectos, no debe confundirse con la propaganda adversa del gobierno en contra de la izquierda, que es el peligro que guardaría una lectura no atenta del texto que tiene  en “sus manos”. Considero que una crítica fundamentada a tiempo es mejor hacerla en febrero, que después de julio de 2018. Por lo que la disertación viene desde la misma izquierda.

Mi pluma es libre y sólo responde al interés como historiador y ensayista de explicarme los sucesos por venir, y si colabora a la reflexión profunda que usted hace en su soledad, libre de impulsos emocionales habré cumplido mi objetivo.

Introducción

El presente ensayo histórico político intenta demostrar que no necesariamente MORENA es sinónimo de AMLO, y que si bien, se encuentran vinculados, no son lo mismo. La diferencia es que ahora las redes sociales han jugado un papel de contrapeso cultural ante la “guerra sucia” del gobierno y el agotamiento del discurso de que AMLO es un peligro como México.

Es un escenario semejante al 2006, no igual desde luego, el papel de las dirigencias estales de MORENA puede ser factor de éxito electoral o la desilusión política en las próximas elecciones presidenciales. En el caso de Campeche, advertimos anticipadamente contra un descalabro electoral, si no existe una autocrítica que revise los fundamentos democráticos del partido y reduzca las tensiones antes del 2018. Aconseja Charles Lamb, “comienza a reformarte y la costumbre ayudará a que sea más fácil, no obstante el sistema entero tendrá que sufrir la conocida mutación de formas de algunas especies”.[1]

¿Cuál es la problemática de estudio? Se presenta una coyuntura política de tres dimensiones en conflicto, confusas, que no se solucionan con un emplazamiento discursivo a un fin superior. Es estudiando el fenómeno político de manera individual y colectiva como se superan las contradicciones. Más bien, haciendo un distingo de los tres elementos fundamentales que requieren separarse y luego unirse, para comprenderlo como un todo. En cada uno se deben manejar diferentes niveles de diplomacia, lo cual requiere gran tacto y una precisión de cirujano como cualidades personales.

1.- Las contradicciones internas y encubiertas por el liderazgo del partido en 2018, “celos entre hermanos”, llevan tres años (2015-2018) y el aplazamiento no ha resuelto los contrapunteos, si no que se mantienen latentes, lo cual genera una atmósfera de tensión e incertidumbre. Lo cual llevará a los actores principales de MORENA, incluye a los candidatos a promover la idea de unidad en el discurso y la imagen pública, pero en los hechos, cada uno contará con sus propias habilidades para responder al proceso electoral, lo cual incluye buscar información y recursos por sí mismos. Una comunicación limitada propicia diferentes significados y deforma los significantes. No obstante, la posibilidad de que el enlace nacional, Aníbal Ostoa Ortega, llegué a ser senador de la República, seguramente será un factor de confluencia, que garantizará un reacomodo interno y generará cierta estabilidad y focalizar el trabajo de la estructura electoral.

2.- Las alianzas con los partidos de “amigos” provocará “rivalidades” por las candidaturas de mayoría y las plurinominales entre PT, PES y MORENA, reavivará viejas pugnas, traiciones, deseos de venganza entre el PT y MORENA, además de pugnas ideológicas con Encuentro Social.

3.- El factor más importante es el aparato de Estado y su “odio” por la izquierda que no dudará en usar todos sus recursos materiales y espirituales, los medios de comunicación a su servicio, y la alianza opositora PAN, MC, PRD, PRI, como sus principales instrumentos, no sólo para ganar una elección, sino que retomarán su intento de fulminar a la izquierda laydista.

4.- Se agrega la debilidad por la ausencia de burócratas de carrera, estructura electoral impredecible, ausencia de recursos económicos, falta de personal administrativo, operadores políticos y candidatos poco conocidos. El resultado en 2006 para Convergencia fue que se ganaron espacios, pero el partido sufrió una guerra interna que los desgastó y lo debilitó, llevando a un proceso de limpia orgánica para poder sobrevivir.

5.- Pensar que el éxito electoral de MORENA se encuentra asegurado en los estados de la República por el “efecto AMLO” es no hacer el distingo entre el hombre y su movimiento, es igualar al Cristo con el clero. Es no considerar que el laydismo ha sufrido un desgaste de 20 años, pero se mantendrá vigente, si se recuperan los fundamentos iniciales de identidad; de lo contrario, se perderá una posibilidad histórica de vencer al PRI y al PAN.

El dilema y la cuestión actual es la misma ¿El laydismo será más fuerte en MORENA como proyecto político democrático o se iniciará su dispersión después del 2018 en Campeche? Mi tesis es que sí, la continuidad del proyecto se encuentra garantizado en el Senado.

Ante lo cual hay que diferenciar entre el “laydato” y “laydismo”. Entiendo el “laydato” como un régimen estéril, pragmático y dominante. En contraste, concibo el laydismo como una fuerza creadora y política que representa los intereses democráticos surgidos después de la resistencia civil de 1997, que lucha contra toda forma de autoritarismo. Ambos coexisten en MORENA y se encuentran en una lucha dialéctica encarnada que se desplaza en las prácticas y en la conciencia de cada uno de sus militantes, entre su discurso y sus sueños, ese es el verdadero corazón de un dilema todavía insepulto.

Tanto al interior, como al exterior del grupo laydista, se ha intentado restarle influencia política a los partidos que la han acogido legalmente. Ante la ausencia de un partido nominalmente laydista en Campeche, no se lucha sólo por un triunfo electoral en Campeche sino también por una agenda histórica y un proyecto ideológico. La gran debilidad de la organización es que ante la ausencia de una escuela de cuadros políticos en 20 años inexistente (en ese tiempo, bien pudieron haber salido cinco generaciones de políticos de izquierda), el cambio generacional es frágil y muy incierto.

¿Cuál es la propuesta concreta? Se requiere una escuela de cuadros políticos que goce de autonomía, que se integre paulatinamente a las tareas de una organización política de acuerdo con sus habilidades personales y sociales (lo cual requiere una pedagogía, un proyecto político y recursos materiales), resolverá la cuestión antes planteada.

Mientras tanto, se recomienda a los candidatos un análisis cuantitativo basado en las estadísticas electorales del 2006, 2009, 2012 y 2015; un estudio de la estructura electoral, una valoración de la eficacia de los representantes de casilla, representantes generales y movilizadores; un presupuesto claro que genere confianza en los participantes.

Un análisis cualitativo basado en el análisis sociológico de la región, por ejemplo, a los posibles candidatos a la presidencia municipal de Campeche, se “recomienda un análisis de manejo de la ciudad patrimonio cultural”, un análisis histórico del proceso de formación económica y política de la región,  un análisis político de la “correlación de fuerzas” al interior y exterior del partido, un estudio de la “coyuntura nacional y local”; un análisis del discurso, una agenda legislativa y una semiología de la imagen de los candidatos.

Por lo cual, los militantes en sus “cuartos de guerra”, en vez de plantearse futuras distopías, tienen que organizarse sobre la base de las siguientes ciencias sociales: estadística electoral, sistemas de organización, contabilidad, sociología, historia de Campeche, ciencias políticas, derecho constitucional y semiología. La ausencia de especialistas en estas áreas del saber, obliga a que los militantes afines a estas disciplinas, que se ocupen de ellas, o en su defecto, se formen e investiguen a diario, y se reúnan para planificar el trabajo en reuniones en donde sólo se toque un punto en cuestión y los acuerdos se agoten, aun cuando las marchas forzadas de las jornadas sean pesadas y polémicas.

El peligro soviético y la Doctrina Monroe

Las elecciones en México no serán sólo un asunto nacional, sino también de intereses internacionales y de seguridad para los Estados Unidos. Al respecto, Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano y representante de la Exxon y las compañías petroleras, advirtieron al gobierno mexicano de la influencia rusa en las próximas elecciones. En cierta medida, el restablecimiento del imperialismo ruso incidió en las elecciones del Brexit, que provocaron la salida de Inglaterra de la Unión Europea, el referéndum de la separación de Cataluña de España, además del apoyo de Putin a Jean Marie Le Pen, en Francia, su respaldo a la derecha conservadora alemana, su apoyo económico a  Venezuela y militar, al gobierno sirio, la recuperación de Crimea y en Ucrania, y la decreciente influencia moral de los Estados Unidos por la política exterior de Donald Trump, convierten las elecciones mexicanas en un asunto internacional, según aconsejó H. R. McMaster, consejero de seguridad de la Donald Trump. Lo cual fue aprovechado por los medios nacionales para iniciar una campaña del pavor “soviético” en contra de Andrés Manuel López Obrador, y para Estados Unidos, apuntalar la vieja doctrina Monroe.

Las encuestas de noviembre a febrero

En los sondeos y las encuestas de opinión Andrés Manuel López Obrador se encuentra en los primeros meses del 2018, muy por encima de sus rivales José Antonio Meade y Ricardo Anaya. De acuerdo con la primera encuesta nacional, el 38% de los electores favorecía a AMLO, el 26% para Meade y el 17% para Ricardo Anaya. Por otro lado, la iglesia católica por primera vez hizo su encuesta, por medio de la empresa Polimetrix. El Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, con el visto bueno de Arquidiócesis de México, realizó una encuesta en Guadalajara, una de las ciudades más conservadoras del país, ubicó al tabasqueño con un 27% en primer lugar.

El Grupo Reforma publicó a mediados de febrero de 2018, cómo se ha modificado esta intención del voto. Andrés Manuel López Obrador, entre noviembre de 2017 y febrero de 2018, mes y medio antes del inicio de las campañas electorales, el líder izquierdista aumentó dos por ciento.

Ricardo Anaya, candidato del PAN, inició el mes de noviembre con un 19% y aumentó para el mes de febrero de 2018 seis por ciento, llegando a 25%, mientras que Meade, inició con 17% de la intención del voto y bajó al 14%, Margarita Zavala, inició con ocho por ciento y descendió a cuatro por ciento.[2]

Del comienzo del proceso electoral del tres al cinco de noviembre 2017, hasta la conclusión de las precampañas marcadas por el INE, el 11 de febrero de 2018, el voto de la derecha aumentó a favor de Anaya, restándole porcentaje al PRI, lo cual es un indicador novedoso, en comparación con las campañas presidenciales anteriores.

El 30 de marzo comienzan oficialmente las campañas políticas y terminan el 27 de junio, tres meses, 89 días exactamente. La veda electoral será a partir del día jueves 28 de junio y terminará el sábado 30 de junio. Tres días simbólicos de silencio, en el que el aparato de Estado desarticula la estructura electoral opositora, aprovechando los celos políticos y la necesidad material, articulando la suya. El domingo primero de julio de 2018 se instalarán las casillas para la jornada histórica que definirá el próximo presidente de México y el cuatro de julio, se harán los cómputos distritales.[3]

Por lo menos en esta encuesta, Anaya ha aumentado cada mes un dos por cierto. Los panistas esperan que en lo que resta el mes de febrero y marzo crezca uno o dos por ciento, con el apoyo de la “guerra semiótica”, frene el crecimiento de AMLO y aumente el apoyo de Anaya. Desviando la atención del candidato a modo, Meade, “la piñata de todas las iras del pueblo”, y la campaña sucia contra la izquierda para que no rebase su techo electoral, la derecha espera que antes del fin de la guerra electoral se cierre la brecha de Anaya y AMLO con tres por ciento de diferencia, cifra que hace matemáticamente posible un fraude electoral, al no existir una estructura fuerte que defienda el voto, lo cual explica la integración de actores externos a MORENA.

No obstante, de acuerdo con las encuestas del PRI en el estado de Campeche el 44% del voto es para el PRI, 19% para el PAN y 18% para MORENA. Las encuestas de los partidos es de quien las financia, pero no debemos soslayar ninguna evidencia. Razón por la cual los operadores del voto en los estados, como Campeche, requieren de mucha experiencia para mover la estructura electoral a favor de Anaya a nivel nacional y de los candidatos favorables a Alejandro Moreno Cárdenas en Campeche (sean del PRI o el PAN). Muchos de los candidatos del PRI serán operadores políticos sacrificados a favor de Anaya, dejándolo el paso libre a los del PAN, ahora más que nunca son lo mismo.

La posibilidad del voto cruzado es una preocupación a considerar por los morenistas, toda vez que están en disputa 11 alcaldías, 21 diputaciones locales y 24 juntas municipales, MORENA requiere cuatro mil militantes defensores del voto para poder cubrir 527 secciones en todo el Estado y evitar un fraude electoral, y una ausencia de tacto en el manejo de los procesos internos para la elección de los candidatos en los municipios representan todavía más un factor de riesgo que debilitaría la estructura electoral en los municipios, lo cual explica la salida de la dirigencia a los municipios más alejados, no hay confianza en la estructura electoral.

La coalición “Juntos Haremos Historia”

El 29 de diciembre, el candidato de MORENA visitó los municipios de Calakmul, Escárcega y Palizada. Las tensiones entre los liderazgos locales y estatales se agravaron. Hecho que fue documentando por la prensa afín al gobierno del Estado, cuando el personal liderado por el Partido del Trabajo denunció mediáticamente que le prohibieron el acceso al evento político, lo cual agudizó las diferencias entre los liderazgos de ambos partidos que apenas estaban construyendo sus alianzas políticas.[4]

Los conflictos en aquel municipio entre la presidencia municipal de MORENA y el ex presidente municipal de Escárcega, Aureliano Quirarte, son contradicciones que se vienen arrastrando desde el año 2006, por lo cual, este último, manifestó su interés en ser de nueva cuenta candidato a la presidencia municipal por el Partido del Trabajo, aun cuando formalmente se aceptó la candidatura de MORENA a un ex militante derechista.

El tema de las alianzas políticas dominó la agenda de los primeros tres meses, diciembre 2017, enero y febrero 2018. El PRI, Alianza Social y el Partido Verde Ecologista lograron concretar sus alianzas. No así el PRD y el PAN, finalmente el PAN logró imponerle una agenda a un debilitado y solitario Movimiento Ciudadano.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, los líderes del PT y el derechista partido protestante Encuentro Social, de doctrinas ideológicas antepuestas y agendas legislativas igual de opuestas, concretaron la alianza nacional, bajo la inconformidad y aceptación de muchos izquierdistas al interior del MORENA.

En Campeche, las cosas fueron distintas, el miércoles 31 de enero se registró el presidente de MORENA, Manuel Zavala, y Ramón Ochoa, como candidatos a la alcaldía de Campeche y Carmen, respectivamente. En el evento, hubo disturbios ocasionados por un reportero y jóvenes que increparon a Ochoa Peña por actos de corrupción y su pasado priista. El acto fue cuestionado por el representante del Partido Encuentro Social que llamó a “respetar los acuerdos firmados en el IEEC”.[5]

Días más tarde, el sábado cinco de febrero del 2018, Ramón Ochoa se presentó a comparecer ante el IEEC para desmentir la acusación del líder perredista del Carmen, Luis García Hernández (años atrás había sido laydista), por presuntos “actos anticipados de campaña”. En la audiencia pública, la dirigencia del PRD presentó 49 gráficas y 39 imágenes de Ramón Ochoa promoviendo su imagen y no la de su partido.[6]

En esta ocasión, el líder perredista y el enlace estatal de MORENA se enfrentaron de palabras, no pasó a mayores, pero los medios afines al gobierno replicaron la noticia con la aclamada mediática de la peyorativa inmadurez de la izquierda en Campeche. Lo cierto es que en 20 años, bagdadistas y laydistas hacen todo lo posible por infringirse el mayor daño político posible, siguiendo la máxima de que “no se trata de ganar, sino de que el adversario pierda”. La estrategia de MORENA se hace más evidente para el gobierno estatal, que los presenta a la masa como exasperados o violentos.

El gran operador de romper las alianzas es Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche. Las reglas políticas nacionales no corresponden necesariamente a las políticas locales. Finalmente, en el IEEC, MORENA y sus aliados acordaron que a MORENA le correspondía siglar a los candidatos de las presidencias municipales en Champotón, Escárcega, Carmen y Palizada, y los distritos electorales locales: tres, cuatro, cinco, ocho, 10, 11, 16,17, 20 Y 21. Al Partido Encuentro Social siglar los municipios de Campeche, Tenabo y Hecelchakán, dos, seis, nueve y 18, y PT Calkiní, Calakmul y Hopelchén, los distritos electorales uno, siete, 12, 13 y 15. En Candelaria no se llegó a un acuerdo común. En resumidas cuentas el 50% de las candidaturas a MORENA y el otro 50% para Encuentro Social y el Partido del Trabajo.

Desde luego que la apertura de MORENA aventuró que el PT y PES promovieran políticos antes adversarios de AMLO en las candidaturas. Lo cual se empezó a generar un entramado empantanado de grupos políticos de presión que construyeron sus propias agendas locales, con el apoyo de grupos políticos regionales y nacionales, siempre prestos a construir una corriente al margen de los intereses de la dirigencia estatal. Tal fue el caso del Rafael Espino Peña, presidente de la organización Red Nacional Progresista, quien propuso al profesor Enrique Ku Herrera, archipriista, como presidente a nivel local para coordinar la estructura de MORENA en Calkiní, más aún, competir por un espacio político nacional. De tal manera que se formó un nuevo intento de los maestros del Camino Real por seguir su propia agenda política, construyendo alianzas nacionales al margen del laydismo.

Al respecto, la prensa afín a MORENA le dio la voz e imagen en la primera plana del POR ESTO!, a la dirigencia del PT para señalar que fue la dirigencia de MORENA quien rompió, “debido a sus imposiciones” y sólo apoyarían junto con Encuentro Social a López Obrador.[7] Como señalamos arriba, la ruptura no fue ocasionada por MORENA, sino por el gobierno, que en cierta medida beneficia a MORENA, tendrán que asumir los costos políticos de un rompimiento. La dirigencia del PT elevó su queja a la dirigencia nacional de MORENA de que es MORENA Campeche la que está fracturando la alianza. El PT propuso a Bertha Pérez Herrera a la presidencia municipal de Campeche, pero debido al rechazo de la regidora, el 15 de febrero de 2018, Ana María López Hernández se propuso como candidata a la alcaldía de Campeche.

El domingo cuatro de febrero del 2018, se registró en la lista de candidatos a diputados federales Carlos Martínez Aké, al mismo tiempo se registraron 10 militantes para contender como plurinominales federales. En su discurso, el diputado local citó: “asumir una gran responsabilidad con un estilo político inteligente y mesurado”, por su parte, el dirigente estatal de MORENA le garantizó su respaldo, señalando que “hay quienes los intentan “confrontar”.[8] Martínez Aké llamó a la prudencia al PT y al PES, sin embargo, la poca prensa de crítica valoró su desempeño como un tribuno apático, que evitó confrontarse lo suficiente con el poder estatal.

La segunda semana de febrero, se realizó la tómbola para dar a conocer quienes resultaron electos para representar a MORENA como diputados federales, en la insaculación salió en el lugar 17 un compañero militante de la isla de Carmen.

Mientras que el 18 de febrero de 2018, AMLO fue ratificado por MORENA como candidato a la presidencia, y se dieron a conocer los candidatos plurinominales al Senado de la República, Blanca Estela Piña Gudiño, Aníbal Ostoa Ortega, Olga Sánchez Cordero, Ricardo Monreal, Ifigenia Martínez, Napoleón Gómez Urrutia, Maribel Villegas Canché, Germán Martínez Cázares, Nestora Salgado García, José Antonio Álvarez Lima e Imelda Castro Castro. Seguramente, políticos como Napoleón Gómez Urrutia y Germán Martínez, operador de la campaña del 2006, tendrá repercusiones en la base social de MORENA, que sigue sin sentirse participe de los cargos de responsabilidad, a menos que sea por el método aleatorio.

Por su parte, también se inició el proceso de selección de candidatos a las juntas municipales, se volvieron a generar controversias entre los aspirantes a representar a la Junta Municipal de Ukum, Hopelchén, los no ganadores acusaron al dirigente estatal de “imponer a su candidato y no seguir el ordenamiento jurídico del proceso interno”, amenazando con impugnarlo.[9]

La gran paradoja estructural

El cambio de una política de selección a una política de plena apertura fue justificada por la ausencia de una estructura potente nacional que garantizara el cuidado de las casillas, AMLO lo reconoció en sus dos recorridos por la nación, haciendo continuos llamados a conformar una estructura territorial confiable. Sin embargo, en estados del norte del país no fue posible. Surgió la tesis al interior de los dirigentes de MORENA de que solos no podían hacer frente al proceso electoral y se requería la colaboración de otros actores políticos, no necesariamente convencidos de una ideología izquierdista, pero con intereses de cambio, o en su defecto, enemigos del régimen de Enrique Peña Nieto.

Al respecto, AMLO incorporó al ex futbolista Cuauhtémoc Blanco a la gubernatura del estado de Morelos, a Alfonso Durazo como Secretario de Seguridad Pública, René Fujiwara Montelongo, nieto de Elba Esther Gordillo, el actor Sergio Mayer, como coordinador de Morena en un distrito de la Ciudad de México; Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña, y Alfonso Romo, responsable de la estrategia electoral. En cuanto a las candidaturas, se apuntaron Gerardo Fernández Noroña, Vanesa del Castillo, Miguel Jáuregui, Claudio López Reyes y Beatriz Rojas, a los que ya se habían sumado desde un inicio, Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma, etc.

Pero la integración de otros actores políticos y las alianzas con partidos no tan influyentes electoralmente con MORENA, como era de esperarse, generaron contradicciones que se presentarían a la hora de hacer los acuerdos para las candidaturas, la elección de candidatos plurinominales, además de viejas rivalidades políticas, en Campeche, por ejemplo, entre la dirigencia del Partido del Trabajo y MORENA.

Lo cual insertó en esos momentos a muchos simpatizantes de MORENA en una contradicción estructural, por lo menos en el que aquí escribe, a la reflexión política de hacer explícito su rechazo a candidatos “quemados” o cuestionados moralmente o la autocensura por mantener un comportamiento políticamente aceptable que no “perjudicara” la imagen del morenismo y de AMLO en las elecciones de julio.

La gran paradoja estructural la sufren los militantes como un asunto de moralidad, pero responde a las propias contradicciones acumuladas en el proceso de formación del partido político y su lugar en la estructura del Estado capitalista, que se resuelve por la vía violenta en los procesos electorales si no se comprenden en un esfuerzo critico al interior del partido. En donde los conflictos internos se complementan con los externos, las redes de poder y las correlaciones de fuerzas se mezclan con la incertidumbre del vacío de poder que deja la transición política de un país, a excepción de que se aprendan a solucionar los conflictos del poder, considerando los tres niveles de complejidad con soluciones prudentes, equilibradas, salidas comunes sin decantarse por uno u otro grupo, difícil tarea cuando es la violencia y la ausencia de formación política las que determinan los intereses de la pequeña burguesía.

Los operadores políticos de MORENA

En este contexto, Andrés Manuel López Obrador presentó a los encargados de defender el voto en el país. Marcelo Ebrad, Jalisco, Nayarit, Sonora, Baja California Norte, Baja California Sur, Chihuahua y Durango. Ricardo Monreal, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Tamaulipas, Aguascalientes, Querétaro y Zacatecas. Julio Scherer Ibarra, Veracruz, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca, Chiapas y Tabasco. Rabindranath Salazar (ex aspirante al gobierno de Morelos): Ciudad de México, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Puebla y Guerrero. Bertha Luján: Edomex, Michoacán y Colima.

Martha Bojórquez González, descendiente de los ex gobernadores de Campeche Ramiro y Fausto Bojórquez Castillo, se convirtió de facto en el árbitro de las elecciones estatales. Como presidenta del IEEC, amenazó que si no registraban el 20 de abril del 2018, la “Coalición Juntos Haremos Historia” no prevalecería. Lo cual fue tomado con simpatía por muchos aspirantes a cargos de elección popular y militantes, olvidando que cuando se anunció la “apertura del partido”, los líderes de MORENA firmaron en Ciudad del Carmen el libro “Acuerdo por México”.

Febrero 2018

 

 

[1] Sobre la Melancolía de los Sastres, de Charles Lamb.

[2]https://gruporeforma.reforma.com/interactivo/encuestas/enc_cierre_precampanias/?md5=a83267b9879d024bd976830c9f03fe44&lc=1

[3] http://www.milenio.com/politica/calendario-electoral-fecha-elecciones-mexico-2018-voto_x_voto_0_1083492000.html.

[4] Expreso de Campeche, viernes tres de enero de 2018.

[5] Expreso de Campeche, local, jueves 1 de febrero de 2018.

[6] Tribuna Carmen, Campeche, No. 11587, martes 6 de febrero de 2018.

[7] POR ESTO, Campeche, Camp., martes 13 de febrero de 2018, año 27. No. 9813.

[8] Tribuna, San Francisco e Campeche, No. 15383, domingo cuatro de febrero de 2018.

[9] Tribuna, San Francisco de Campeche, No. 15395, lunes 12 de febrero de 2018.

 

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