El año pasado, la administración estatal gastó 25,153 millones y tuvo ingresos excedentes por 6,299 millones, pero no alcanzó a erogarlo todo. Otra vez, privilegió el gasto corriente, su Oficina, publicidad oficial y asesoría externa, sobre la salud, seguridad, procuración de justicia y protección civil.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 29 de enero del 2019.- La administración de Alejandro Moreno Cárdenas aceleró el despilfarro del erario estatal en el año electoral del 2018, y destinó los excedentes principalmente al gasto corriente, a la Oficina del Gobernador y al pago de publicidad oficial y de asesores externos, en lugar de dedicarlos a mejorar los servicios de salud, seguridad, procuración de justicia y protección civil.
El año pasado, Moreno Cárdenas gastó en total 25 mil 153 millones, cinco mil 563 millones más que el monto del presupuesto autorizado por el Congreso del Estado para el ejercicio fiscal del año pasado, que fue de 19 mil 590 millones de pesos.
Incluso, según los informes trimestrales del presupuesto de la Secretaría estatal de Finanzas, el derroche entre enero y diciembre del 2018 fue superior en dos mil 291 millones, un 10 por ciento más a lo gastado en el 2017, cuando “Alito” devengó 22 mil 862 millones de pesos.
En realidad, Moreno Cárdenas contó con ingresos excedentes por seis mil 299 millones en el 2018, un 32 por ciento más que el presupuesto estatal, pero no alcanzó a derrocharlo todo y le quedaron 737 millones como subejercicio, de los cuales 345 millones corresponden a la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas e Infraestructura (SDUOPI).
Los excedentes devengados fueron destinados, una vez más, primordialmente, al gasto corriente, que pasó de 16 mil 220 millones aprobados por el Congreso a 19 mil 199 millones de pesos, 18.37 por ciento más, y dentro de éste, fueron privilegiados los servicios generales, cuyo gasto se duplicó, de mil 95 millones a dos mil 203 millones.
Entre las dependencias que recibieron mayores recursos destacó, otra vez, la Oficina del Gobernador, que se elevó de 194.3 millones a 535.1 millones de pesos, 175.4 por ciento más, y otra vez, una de las más castigadas fue la Secretaría de Salud, que recibió un incremento de tan solo 16 millones de pesos, al pasar de 317 millones a 333 millones de pesos.
También resultó con mínimo aumento la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), cuyo presupuesto inicial era de 707 millones y terminó con 739 millones de pesos, apenas un incremento de 4.5 por ciento, y la Secretaría de Protección Civil, a la cual le recortaron 51 millones de pesos, pues de 89.5 millones aprobados, concluyó gastando sólo 38.7 millones de pesos.
Sin embargo, en servicios generales, resaltaron los recursos erogados en los servicios de comunicación social y publicidad, que se disparó de 188.3 millones a 571.5 millones de pesos, 203.5 por ciento más, y los servicios profesionales, científicos, técnicos y otros servicios, que aumentó de 142.6 millones presupuestados a 524.2 millones de pesos, 267.6 por ciento más.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) define que este tipo de servicios “comprende unidades económicas que se dedican a proporcionar servicios legales, de contabilidad y auditoría, arquitectura e ingeniería, diseño especializado, diseño de sistemas de cómputo, consultoría administrativa, científica y técnica, investigación científica y desarrollo, publicidad, investigación de mercados y encuestas de opinión pública, fotografía y videograbación, traducción e interpretación, servicios veterinarios, y otros servicios profesionales, científicos y técnicos”.
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