La morenista Sofía Taje llama a las autoridades estatales a pronunciarse contra la autorización ambiental del megaproyecto de la empresa Kekén, a través de prestanombres, y demanda que sea sometido a consulta pública, como lo marca la Constitución local.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 27 de marzo del 2019.- La diputada por Morena, Sofía del Jesús Taje Rosales, llamó a las autoridades estatales a oponerse a la autorización ambiental para que la empresa Kekén, a través de prestanombres, construya una “megagranja” porcícola en la ex Finca Las Mercedes, en Dzitbalché, municipio de Calkiní.
La legisladora morenista demandó a Alejandro Moreno Cárdenas que se someta a consulta pública el megaproyecto, rechazado por los pobladores de la ciudad maya de Dzitbalché, de acuerdo a lo que dicta la Constitución Política del Estado, en su artículo 7, fracción IX.
Taje Rosales entregó varios listados de firmas de pobladores mayas de Dzitbalché -algunos de ellos presentes en el salón de sesiones del Congreso del Estado-, recolectadas por el subcomité municipal de Morena, que apoyan su punto de acuerdo.
En su intervención, la representante de Escárcega manifestó que el anuncio de que se construirá una “megagranja” de la empresa Kekén en las inmediaciones de la ciudad de Dzitbalché, ha puesto en alerta a este pueblo maya.
“La instalación de cuatro módulos de engorda de cerdos en la ex Finca Las Mercedes, a unos kilómetros de Dzitbalché, se haría sin consultar a la población, con beneficio total para el Grupo Porcícola Mexicano, que exportaría la carne a Japón o Corea, y aquí sólo dejarían las afectaciones ambientales”, expuso.
“El ofrecimiento, replicado por autoridades municipales, es que el megaproyecto generará un gran número de empleos, pero no dicen que serán de los más mal pagados, como es antecedente en las granjas de Kekén en el estado Yucatán, con probadas afectaciones a la salud de los trabajadores”, indicó.
“Otra vez, la añeja paradoja de que la naturaleza y el medio ambiente seguirán subsidiando al “desarrollo”, aunque éste solo sea en apariencia”, puntualizó.
Recordó que el 10 de diciembre del 2018, cuatro sociedades de producción rural, que tienen el mismo domicilio fiscal en la capital campechana y que fueron creadas en octubre del 2017 en la misma notaría pública, presentaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales similares estudios de impacto ambiental para edificar la “megagranja”.
“En las cuatro empresas de producción, participan 40 pobladores de Calkiní (Tepakán, la cabecera municipal, Santa Cruz Pueblo, Dzitbalché, San Miguel Kukab y Bacabchén), en su mayoría jóvenes y algunas amas de casa, con una aportación de 10 mil pesos cada uno, quienes fueron convencidos por la compañía Kekén para aparecer como promotores y evadir cuestionamientos por su operación antiecológica en Yucatán”, agregó.
“Apenas el 7 y 8 de febrero, la Semarnat rechazó aprobar siete proyectos de granjas de engorda a sociedades de producción rural, presuntamente relacionadas con la empresa porcícola, en Maní y Tixmehuac, Yucatán”, abundó.
“Aquí, cada sociedad de producción rural tuvo que endeudarse con alrededor de dos millones de pesos, para comprar los terrenos de la ex Finca Las Mercedes a un joven empresario yucateco, Jorge Carlos Avilés, sin camino de acceso y ningún tipo de servicio. Y si se las autorizan, tendrán que invertir 43.6 millones de pesos para edificar cada granja”, añadió.
Afirmó que de acuerdo con las manifestaciones de impacto ambiental, la construcción del “Plan Maestro”, como se le denomina al megaproyecto, representará el desmonte de al menos 42.8 hectáreas de selva baja caducifolia.
“Este daño ambiental irreversible sería adicional al incremento de la contaminación del gran acuífero maya de la Península de Yucatán, por las aguas residuales de las granjas, y al riesgo que correrían 11 especies protegidas de animales”, aseveró.
“La capacidad de cada módulo de la “megagranja” será de 11 mil 616 animales en 44 corrales, para hacer un total de 46 mil 664 cerdos en 176 corrales”, comentó.
“Ofrecen contar con un sistema de tratamiento de aguas residuales, pero no dicen cuál. El sitio escogido está cerca de la Reserva de la Biósfera “Los Petenes”, muy cerca de la Región Marina Prioritaria de la zona y parcialmente dentro de la Reserva Hidrológica Prioritaria “Anillo de Cenotes”, dijo.
Reveló que ya una organización ambientalista, Marea Azul, ha demandado a la Semarnat, que actualmente analiza los cuatro proyectos de granjas de engorda de cerdo, que no las autorice, “hasta que no se cuente con un estudio serio, no elaborado, ni pagado por el propio “promovente” o dueño”.
“Marea Azul insiste en que el acuífero de toda la Península, incluyendo cenotes y ríos subterráneos, están siendo contaminados por estas granjas porcícolas y traerlas hacia Campeche no es la solución; se tendría que revisar bajo qué normas se otorgan estos permisos, que impactan a miles y benefician sólo a unos cuantos”, aseguró.
“La agrupación, representada por Lourdes Rodríguez Badillo, afirmó que está rebasada la capacidad para la actividad porcícola en la Península, porque “son demasiadas las granjas autorizadas, además de las clandestinas, y no son viables ambientalmente, porque tienen un enorme costo para los ecosistemas”, apuntó.
Evocó también que en los últimos meses, organizaciones civiles y comunidades mayas protestaron en Yucatán, luego de que se autorizara, con irregularidades y sin consulta previa, una megagranja de 49 mil cerdos en una zona de reserva de cenotes, en Homún, y que se descubriera que una gigantesca granja en Kinchil, contamina con sus aguas residuales las selvas bajas mayas, ocho años después de que la empresa se comprometiera a tratarlas.