La sociedad civil manda mensaje a los líderes en el Foro Económico Mundial de Davos, contra un sistema que agrava la desigualdad, daña el medio ambiente, amenaza a los derechos humanos y crea injusticia. Exponen el caso de Monsanto en los pueblos mayas de Campeche.

DAVOS, Suiza. 26 de enero de 2018.- Activistas de Greenpeace Suiza proyectaron mensajes de Amnistía Internacional, la Confederación Europea de Sindicatos, la Alianza de Lucha contra la Desigualdad, Greenpeace, la Confederación Sindical Internacional, Public Eye, Attac Suiza y la Coalición Suiza para la Justicia Corporativa, en las laderas, frente al Foro Económico Mundial.

Aunque los mensajes eran distintos, había una demanda común: exigir a los líderes cambios urgentes en un sistema que agrava la desigualdad, daña el medio ambiente, amenaza los derechos humanos y crea injusticia.

“Si bien nuestros mensajes son diversos, hablan con una verdad: el sistema económico actual está roto y las empresas que hacen mal deben parar de beneficiarse a expensas de las personas y el planeta “, dijo Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International.

Este año en Davos, los grupos de la sociedad civil han expresado sus críticas al sistema económico actual. Greenpeace, por ejemplo, lanzó el informe “Justicia para las personas y el planeta, poniendo fin a la era de la captura corporativa, la colusión y la impunidad”, destacando 20 casos de cómo el poder corporativo ha llevado al daño ambiental y a la violación de los derechos humanos.

Por ejemplo, la empresa de agroquímicos Monsanto, con sede en los Estados Unidos, ha realizado esfuerzos para promover los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en México, incluyendo el cabildeo, conduciendo a violaciones de los derechos de los pueblos indígenas.

El informe también propone diez principios de sentido común para reformar esta situación.

Con Donald Trump listo para dirigirse al Foro Económico Mundial el viernes, Morgan agregó:

“Trump es la personificación de un sistema económico que ha logrado excluir a muchos para favorecer a unos pocos y ha puesto los intereses de los contaminadores antes que los de las personas y el planeta. Es hora de que la élite del Foro Económico Mundial se despierte a los cambios fundamentales que se requieren con urgencia para lograr un planeta habitable para todos”.