En 2 años, el Programa Estratégico de Palma Africana no llegó a ser la “alternativa para despetrolizaar la economía de Campeche y generar miles de empleos”, como anunció grandilocuentemente “Alito”, pues apenas se han sembrado 5,272 hectáreas más.

Por Daniel Sánchez

CAMPECHE, Cam. 27 de enero del 2018.- El Programa Estratégico del Cultivo de Palma Africana, anunciado grandilocuentemente en marzo del 2016, por Alejandro Moreno Cárdenas, como “alternativa para despetrolizar la economía de Campeche y generar miles de empleos”, ha resultado un fracaso en los dos primeros años de su implementación.

Entre 2015 y 2017, la superficie sembrada con la especie exótica, principalmente en los municipios del sur del estado y en la zona de influencia del Area de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, pasó de 18 mil 56 a 23 mil 328 hectáreas, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Hasta ahora, el promedio anual es de dos mil 636 hectáreas, muy lejos de las seis mil o siete mil por año, estimadas por el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), Armado Toledo Jamit, quien, con desbordado optimismo, salpicado de conflicto de intereses, pronosticó que al final del 2018, las plantaciones llegarían a 30 mil hectáreas, y no a las 50 mil más anunciadas por Alejandro Moreno hace dos años.

A este ritmo, será imposible alcanzar la meta de sembrar las 100 mil hectáreas de la oleaginosa en los alrededores de los ríos Palizada, Chumpán, Candelaria y Mamantel, así como de la laguna de Silvituc, que pretendían Toledo Jamit y Moreno Cárdenas, para llegar a 120 mil hectáreas y convertir a Campeche en “el principal estado palmicultor del país” y “ejemplo nacional e internacional”.

Cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Sagarpa, al cierre del año pasado, revelan que la superficie sembrada con palma de aceite sólo aumentó en cuatro municipios campechanos.

En el municipio de Campeche no hubo cambios y mantuvo sus 310 hectáreas establecidas desde el 2015; en Champotón, tampoco variaron las 292 hectáreas; en Escárcega, hubo un aumento de tan sólo dos hectáreas, al pasar de 585 a 587; en Candelaria, pasó de dos mil 640 a tres mil 654; en Carmen, de ocho 759 a 11 mil 342, y en Palizada, de cinco mil 650 a siete mil 143 hectáreas.

En marzo de 2016, este reportero advirtió que el proyecto palmero, disfrazado de “alternativa para despetrolizar la economía de Campeche y para generar empleos, y detonador del potencial productivo del campo”, hipotecaría la riqueza natural de las futuras generaciones, principalmente del sur del estado” y de la reserva de “Laguna de Términos”, como se ha denunciado repetidamente en países de Centroamérica y Sudamérica.

Esta iniciativa de “Alito” echó por los suelos la pretendida intención de las autoridades ambientales federales y estatales, reunidas una semana antes del anuncio del Programa, para establecer lineamientos ambientales en materia agropecuaria, “para no aplicar paquetes tecnológicos y acciones que destruyan los ecosistemas, el suelo y la biodiversidad en el estado”.