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24 mayo, 2019 Comentarios desactivados en Hay en México 3 Sitios Memoria de la Esclavitud Ciudadania

Hay en México 3 Sitios Memoria de la Esclavitud

Nace la “Guía para Gestores de Sitios de Memoria de la Esclavitud de las Poblaciones Africanas y Afrodescendientes”/Inscritos Centro Histórico de la Ciudad de México; Puerto de Veracruz y Yanga, en Veracruz; y Cuajinicuilapa, en Guerrero/INAH trabaja en un proyecto para revalorar a las culturas afrodescendientes en todos sus museos. Poblado de Yanga. FOTO: Mauricio Marat, INAH.

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de mayo del 2019.- La mañana del jueves siete de diciembre de 2017, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) develaron la placa que distingue al Fuerte de San Juan de Ulúa como Sitio de Memoria de la Esclavitud.

Ese día, Rosa María Hernández Fitta, afrodescendiente de Cuitláhuac, Veracruz, desde la fortaleza, miró al horizonte donde se pierde el mar y recordó a su madre, quien le dio el origen negro. Se sintió infinitamente orgullosa de la sangre que corre por sus venas.

Este 21 de mayo, Rosa María Hernández asistió como representante del Consejo Afromexicano de Veracruz, a la ceremonia que prepararon la UNESCO y el INAH en el Museo Nacional de Antropología, con motivo del Día Mundial de la Diversidad Cultural y en el que presentaron la Guía para gestores de Sitios e Itinerarios de Memoria de la Esclavitud de las Poblaciones Africanas y Afrodescendientes.

También este día, 21 de mayo, varios países en concordancia con la UNESCO implementan esta guía —que pronto estará disponible en línea para todo público— con el fin de dar a conocer la importancia de los Sitios de Memoria de la Esclavitud, pero, sobre todo, para reforzar su gestión y promoción en busca de que las comunidades que los detentan se vean beneficiadas.

Es una guía que da recomendaciones sobre cómo manejar los sitios de memoria, en la que se explica la importancia de desarrollar actividades que ayuden a divulgar el conocimiento, al tiempo que den apoyo a actividades desarrolladas por las comunidades, en el sentido del turismo y desarrollo.

La guía explica qué elementos pueden ayudar a su desarrollo económico, a partir de la experiencia de algunas naciones, como Cuba y Brasil, que han mostrado que se pueden aprovechar estos lugares en varios sentidos.

En el caso de México, los gestores son fundamentalmente las comunidades, en colaboración estrecha con los estados, los municipios y el INAH, este último es quien orienta para cumplir con los requisitos de la UNESCO que permiten hacer las promulgaciones.

La ceremonia, realizada en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún, estuvo encabezada por Dorian Rommens, en representación de Frédéric Vacheron, representante de la Oficina de la UNESCO en México, quien dijo que el organismo internacional celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural, “porque el mundo diverso no sólo es más pacífico, sino más próspero y equitativo”.

La diversidad cultural es un valor para el desarrollo, la condición social y la paz; por eso es importante reconocer el patrimonio cultural de las poblaciones afrodescendientes en el mundo. Rommens explicó que en septiembre de 1994 nació en el seno de la UNESCO, el proyecto “La ruta del esclavo: resistencia, libertad y patrimonio”, a propuesta de Haití y otros países africanos, con el fin de romper el silencio sobre la trata de seres humanos procedentes de África.

El proyecto, recordó, trabaja investigación científica, preparación de archivos escritos y orales, programas educativos, y una de sus principales acciones para aumentar la conciencia es identificar, evaluar y conserva los Sitios e Itinerarios de Memoria de la Esclavitud y las Poblaciones Africanas y Afrodescendientes. Es así que muchos países, en las últimas décadas, han trabajado para documentar las culturas afro y sus Sitios de Memoria.

Han pasado ya casi 25 años del nacimiento del proyecto La ruta del esclavo, y ahora, la UNESCO, en el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015-2024, implementa esta guía dirigida a los gestores, a partir del análisis de distintas experiencias en la preparación y promoción de estos lugares en distintas partes del mundo, porque todos los sitios llevan consigo una carga emocional simbólica y es significativo saber cómo reconocer y manejar sus historias, y es muy importante cómo se transmiten a los jóvenes, señaló Rommens.

Llegaron de África alrededor de 250,000 personas

La antropóloga María Elisa Velázquez, responsable del Programa Nacional de Investigación Afrodescendientes y Diversidad Cultural del INAH, dijo que a pesar de las múltiples investigaciones históricas desarrolladas en México, iniciadas por Gonzalo Aguirre Beltrán en la década de 1950, las cuales revelan que aquí llegaron de África alrededor de 250 mil personas de distintas culturas, aún hay mucho desconocimiento. En la memoria social sigue siendo tema olvidado, incluso para las propias comunidades de afrodescendientes.

Los Sitios de Memoria son una forma de llamar la atención sobre estos procesos y ayudar a reconocer la importancia de afrodescendientes en la conformación del país.

La antropóloga explicó que para declarar un Sitio de Memoria se tiene que armar un expediente de investigación histórica que pruebe que un lugar lo es y porqué; se hace con documentos, fuentes y trabajo histórico, después una consulta con comunidades y autoridades locales, luego se envía a la UNESCO para ser analizado y, en su caso, dé su reconocimiento.

Velázquez informó que, a la fecha, México ha inscrito en la lista tres sitios: El Centro Histórico de la Ciudad de México (agosto de 2016); Cuajinicuilapa, en Guerrero (marzo de 2017); el Puerto de Veracruz y Yanga, en Veracruz (diciembre de 2017); ahora está en preparación el expediente para incluir al Puerto Acapulco, Guerrero.

Asimismo, el INAH ha comenzado un trabajo para revalorar a las culturas afrodescendientes en todos sus museos, donde aún son poco visibles, a través de exposiciones temporales, pero sobre todo en sus salas de exhibición permanente.

La historia del mestizaje no se entiende sin los pueblos negros

Rodolfo Mauricio Leyva Castrejón, secretario de Cultura del Estado de Guerrero, comentó en su oportunidad que la historia del mestizaje no se entiende sin los pueblos negros. Dijo que los mexicanos somos el resumen de una gran historia de encuentros y desencuentros que nos enriquecen y nos hacen grandes.

Asimismo, destacó que en Guerrero, los triunfos de las comunidades afromexicanas se convirtieron en históricos, al ser una de las primeras entidades en otorgarles reconocimiento constitucional; recordó que el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, cuando era diputado, secretario de la Comisión de Asuntos Constitucionales, fue encargado de hacer la reforma que integró a la Constitución estatal, en 2013, el reconocimiento a esta población y reiteró el compromiso del actual gobierno estatal con el tema.

Mardonio Carballo, director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas; dijo que es importante, en estos tiempos de cambios, hacer posible que en las políticas de gobierno quepan muchos mundos, y que sería muy injusto dejar fuera a los pueblos afros y su contribución a la conformación de nuestro país.

María Elisa Velázquez también mencionó recientes investigaciones genéticas de ADN que han arrojado el pasado afro de muchas poblaciones; estudios que ayudan a combatir el racismo, “porque los mexicanos no solo tenemos raíces afro en nuestra cultura, también puede estar en nuestro ADN, aunque nos veamos más blancos o de cabello lacio”.

Sergio Peñaloza Pérez, presidente de México Negro AC; y Rosa María Hernández Fitta, participantes en la ceremonia, aseguraron que los Sitios de Memoria han sido determinantes para visibilizar a la población afromexicana de Veracruz y Guerrero, y también para la identificación de su propia identidad.

Por eso el día de la develación de la placa en San Juan de Ulúa, parada frente al mar, en el lugar donde sus ancestros pisaron por primera vez nuevas tierras, Rosa María Hernández sintió que participaba en un acto de reconocimiento y de justicia con sus orígenes. Pensó en la manera en que hoy se desenvuelven los afromexicanos y en cómo ven la vida: lo más optimistas posible y, aún en la adversidad, con alegría.

“Todos aquellos que reconocen el origen negro en su familia, compártanlo con sus descendientes para que ellos conozcan su propia historia y la amen”, pidió, mientras sonreían sus grandes ojos y finos labios, que destellan luz sobre su tez mulata, enmarcada por un cabello profundamente negro y rizado.

 

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