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8 marzo, 2019 Comentarios desactivados en Justicia y desarrollo para que mujeres logren vida plena Mujeres

Justicia y desarrollo para que mujeres logren vida plena

Así se pronuncia diputada Irma Juan Carlos, en el “Foro de análisis y reflexión del papel de la mujer en las relaciones laborales”, como parte del Día Internacional de la Mujer 2019.

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de marzo del 2019.- Los esfuerzos por alcanzar y lograr el respeto a los derechos de las mujeres es trascendental y cada sector debe asumir su responsabilidad, a fin de alcanzar la justicia y el desarrollo en su vida laboral, aseguró la presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas, Irma Juan Carlos.

Al participar en el “Foro de análisis y reflexión del papel de la mujer en las relaciones laborales”, como parte del Día Internacional de la Mujer 2019, aseguró que ser indígena y mujer no es fácil.

“Si para una mujer es difícil alcanzar la justicia, el desarrollo o lograr una vida plena, para una indígena es peor. Es más difícil y es parte de las tareas que tenemos que trabajar y, es poco lo que se hace para lograr el respeto a la mujer indígena, el cual en los pueblos es nulo”, apuntó.

En el evento, organizado por el Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Diputados, la legisladora dijo que se necesita conocer los avances que en materia de inclusión se han hecho en nuestro país para que las mujeres tengan acceso a una vida digna.

“Los esfuerzos que se hagan pueden lograr el respeto de los derechos de la mujer” subrayó.

Insistió en la necesidad de visibilizar a la mujer indígena en actividades productivas, “porque la mujer en los pueblos está para casarse, para mantener a los hijos y cuidar al marido; no está para estudiar o para desarrollarse. No se puede pensar que una mujer indígena pueda acceder a algo más que una familia”, lamentó.

Beatriz Santamaría Monjaraz, coordinadora de la Unidad de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, aseveró que el ejercicio de los derechos humanos es una garantía que debe ser hilo conductor para acceder a la igualdad y no discriminación, en especial de las mujeres.

Planteó la necesidad de impulsar una cultura institucional de igualdad en las diversas dependencias públicas, que rompa la normalización de la discriminación para “generar un clima laboral en condiciones de equidad”.

Los retos de la Unidad de Igualdad de Género son impulsar programas de capacitación y especialización al personal de todas las unidades administrativas de San Lázaro e incorporar la perspectiva de paridad y no discriminación en los procesos de reclutamiento, selección, movilidad, capacitación, profesionalización y garantizar la igualdad laboral.

Implementar acciones para prevenir y atender la violencia contra las mujeres, en especial el acoso y hostigamiento sexual, cuyos protocolos ya están listos para aplicarse, además de promover un lenguaje incluyente no sexista que evite la discriminación, mediante un código de ética que transforme la cultura institucional.

Destacó la importancia de la participación sindical para llegar a una vida libre de violencia en favor de las mujeres, porque un desafío es asegurar que tengan acceso a oportunidades reales de desarrollo, a través de la redistribución de actividades domésticas en el hogar y se les reconozca su capacidad de decisión y mando, como derechos y no concesiones al desempeñar actividades laborales.

Propuso trabajar todos los días y no sólo en una fecha conmemorativa por el respeto de sus derechos incluidos en un marco jurídico mexicano, por primera vez armonizado con los tratados y acuerdos internacionales.

Sin embargo, sostuvo que prevalece amplia brecha entre la implementación de las políticas públicas en favor de las mujeres para que accedan a oportunidades integrales, que debe reducirse, porque en ellas recae una triple carga de trabajo, y el 35 por ciento de 15 a 29 años, no estudia, ni labora fuera de casa y tampoco se capacita, no ejercen todos sus derechos y solo se centran en la crianza de los hijos y cuidado de la familia.

Jesús Salvador Aguilar, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Diputados, afirmó que el marco jurídico existente respalda a las mujeres al alentar la igualdad con los hombres y a una vida libre de violencia; sin embargo, “falta mucho por avanzar. Los varones tenemos que caminar de la mano con ellas para defender sus derechos y alcanzar la igualdad”.

Destacó el avance de las mujeres rompiendo barreras y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, para seguir luchando en favor de la igualdad, justica, paz y desarrollo.

Externó su orgullo por representar a más de 750 trabajadoras integrantes de este sindicato, cuya gran calidad moral se plasma en su quehacer cotidiano.

Marina Solís Muñoz, secretaria de Acción Femenil del organismo sindical, se pronunció por el empoderamiento de las mujeres y niñas. Propuso enfoques integrales para que tengan protección social, servicios públicos e infraestructura.

“Es crucial impulsar estrategias innovadoras que rompan y eliminen las barreras estructurales para garantizar que ninguna se quede atrás”. Resaltó la importancia de que, por primera vez, el Palacio Legislativo de San Lázaro cuente con 21 diputadas que son presidentas de comisiones.

Por su parte, René López Pérez, representante de Género y Desarrollo, A. C. (Gendes) reconoció que la idea de que algo está cambiando cada vez es más fuerte. Estos cambios implican que se reduce la brecha en el nivel de estudios entre hombres y mujeres” explicó.

Abundó que el rol de las mujeres en los nuevos tiempos se ha modificado, y con más frecuencia se convierten en las jefas y principales proveedoras del hogar.

Recordó que en el 2015, el 29 por ciento de los hogares estaban conformados por jefas de familia.

Sin embargo, pese a la existencia de un ligero incremento en la participación de los hombres en el trabajo doméstico, las mujeres aportan más del triple en esta labor.

Aseguró que “si queremos lograr la igualdad de género tenemos que empezar a trabajar con los hombres y desterrar su papel de machos. Erradicar ese tipo de pensamientos que se inculcaron en la familia y en nuestra cultura. Que los hombres se involucren e impulsen relaciones de igualdad”, reiteró

Necesitamos, agregó, políticas públicas específicas para “que reflexionemos que hay otras maneras de ser hombre mucho más satisfactorias, para nosotros mismos y para las personas que están a nuestro lado y que decimos que amamos”, concluyó.

Luz Olivia Domínguez Prieto, jefa de posgrado en Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, refirió que la participación femenina en el mercado laboral de México pasó de 17.6 a 43.2 por ciento de la década de los setenta a 2017.

No obstante, prevalece la falta de regulación en maquiladoras y fábricas de ropa y componentes electrónicos que contratan a mujeres y menores de edad. La desigualdad propicia que ellas ganen en promedio 20 por ciento menos que los hombres por el mismo trabajo, y en general sufran falta de oportunidades.

Refirió que la incorporación femenina en los sindicatos mexicanos tuvo auge a partir de los años setenta y desde el Movimiento de 68 en los gremios universitarios.

Se pronunció por cambiar los patrones culturales para enfrentar los retos que plantean la desigualdad y discriminación, mediante acciones con perspectiva de género, en las prácticas y no solo en los discursos; reasignación de tareas domésticas para aligerar la carga de trabajo que tienen las mujeres, hasta con tres jornadas al día y mayor acceso a espacios de representación para construir la equidad.

 

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