Asignatura pendiente acabar con la desigualdad, la discriminación/Mujeres ocupan el 27 % de los puestos de alta dirección en medios para mujeres.

Por Redacción/SemMéxico

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de mayo del 2018.- La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) llama a los Estados a instrumentar políticas que garanticen acceso equitativo a la propiedad y a los cargos de dirección y toma de decisiones en los medios de comunicación.

Alcanzar la paridad, erradicar la desigualdad estructural y discriminación por razón de género en los medios, es una asignatura pendiente, recuerda a los Estados en el Día Mundial de la Libertad de prensa.

Este 3 de mayo, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) hizo un llamado a las naciones a instrumentar políticas que eliminen de una vez por todas, el techo de cristal, la desigualdad estructural y la discriminación de género, que limita y obstaculiza a nivel mundial, el acceso de las mujeres a la propiedad y a los puestos de dirección y toma de decisiones en los medios de comunicación.

Sólo el 27 por ciento de los puestos de alta dirección en las empresas mediáticas están ocupados por mujeres en comparación con el 73 por ciento que ostentan los varones, según el informe global de la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF) sobre el estado de la mujer en los medios de comunicación.

Los países nórdicos, que suelen adoptar una política de empresa sobre la igualdad de género, no son muy diferentes y la paridad en cargos de decisión está lejos todavía.

En los seis grupos de medios más grandes de esos países, el 94 por ciento de directores y directoras ejecutivas son varones. Los hombres también dominan con 82% en puestos de alta decisión y 72 por ciento en las juntas directivas.

En Estados Unidos, sólo el 9 por ciento de los medios son presididas por mujeres mientras que en Europa es de sólo el 12 por ciento de los puestos ejecutivos de este sector son ocupados por mujeres.

En España, por ejemplo, el Informe de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) del 2017, revela que las mujeres ocupan el 10,9 por ciento de los cargos de dirección en medios impresos de ese país, el 7,8 por ciento en radio y televisión y apenas el 3,9 por ciento en medios digitales.

En la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en cuatro medios públicos (Televisión Pública, Canal de la Ciudad, Radio Nacional y Radio Ciudad) el promedio de mujeres con cargos jerárquicos es 27 por ciento y varones 73 por ciento.

Es decir, las mujeres ocupan más del 40 por ciento de las redacciones y representan 60 puntos porcentuales de las personas tituladas de periodismo, pero su número baja ampliamente en la medida que se asciende en la escala jerárquica, de manera que ningún país del mundo ha logrado la paridad sobre la propiedad y ocupación de cargos de alta dirección y toma de decisiones en los medios de comunicación.

El número de propietarias de medios de comunicación es ínfimo a nivel mundial y existen escasos indicadores de género que visibilicen esta realidad. En México, por ejemplo, menos del cinco por ciento de las concesiones de tv y el 10 por ciento de la radio, que son otorgadas por el Estado, están en manos de mujeres.

Por ello, en esta fecha, la Red Internacional, que agrupa a periodistas de 36 países, enfatizó que, la escasa y muchas veces, nula presencia de mujeres en los consejos de administración y en la propiedad de las empresas mediáticas, representa una amenaza para el pluralismo y la democracia.

Asimismo, a 23 años de la Plataforma de Acción de Beijing, donde 189 países del mundo se comprometieron a incrementar la participación y el acceso de las mujeres a la toma de decisiones en los medios de comunicación, recordó a los Estados parte, que están obligados a adoptar medidas hasta garantizar un acceso equitativo a la prensa para mujeres y varones.

“Alcanzar la paridad y erradicar la discriminación por razón de género en la prensa y el periodismo, es una asignatura pendiente”, insistió la RIPVG.

Urgió a los Estados a promover la construcción de indicadores de género, que visibilicen las condiciones laborales y participación de las mujeres en la propiedad y cargos de dirección de los medios de comunicación, para empezar a cambiar esta historia de desigualdad estructural y discriminación.

A trabajar en la construcción de un entorno seguro para la libertad de prensa, sin violencia ni acoso sexual para las mujeres en las redacciones, sin precariedad ni brecha salarial, propiciar condiciones laborales favorables para la conciliación de la vida privada y profesional.