La regidora por Morena, Bertha Pérez, anuncia: “Vamos impulsar un programa de prevención social de la violencia y el delito en nuestra ciudad”.

CAMPECHE, Cam. 21 de febrero.- Bertha Pérez Herrera, regidora de Morena en el Ayuntamiento de Campeche, aseguró que la crisis de seguridad que se vive en Campeche es mucho más profunda y grave, que “un mero asunto de policías y ladrones”.

“Lo que estamos viendo es el incremento de una crisis de valores y de convivencia marcada por el resentimiento social, a causa de la pobreza y la falta de oportunidades, particularmente para los jóvenes, que se traduce en violencia”, dijo.

La edil morenista explicó que esta crisis se agrava por una conjunción de factores sociales y económicos, a los que se suma el deterioro y la corrupción de los cuerpos policiales y del aparato de procuración y administración de justicia.

Por ello, informó que para Morena será imperante implementar un programa de prevención social de la violencia y el delito que este sujeto a mecanismos de transparencia y evaluación.

“Es necesario relanzar el programa nacional de prevención social de la violencia y la delincuencia, diferenciando las labores prioritarias de prevención, focalizada en grupos en situación de riesgo y en demarcaciones prioritarias, de las actividades de fortalecimiento a las capacidades de las corporaciones policiacas”, aseguró.

Pérez Herrera manifestó que por esta razón ya se encuentra trabajando en la evaluación de casos de éxitos que puedan otorgar ideas efectivas para mejorar la vida de los campechanos en los barrios. Todo esto como una tarea que es parte de análisis para el fortalecimiento del Proyecto Alternativo de Nación de Andrés Manuel López Obrador y que próximamente presentará como iniciativa en el Cabildo del Ayuntamiento.

Como ejemplos de casos de éxito, apuntó que en algunos países anglosajones como Estados Unidos, se aplican, desde los años 90, medidas tendientes a disminuir los actos violentos y delictivos como: programas de escuelas para padres y los factores de riesgo que detonan conductas delictivas entre los jóvenes; la enseñanza en las escuelas de actitudes que refuerzan comportamientos positivos, así como el desarrollo de habilidades para la vida y el manejo del estrés, con la finalidad de resolver problemas por medios no violentos.

También programas de rehabilitación, tratamiento y capacitación para la reinserción laboral entre jóvenes y adultos ofensores; programas recreativos para jóvenes después del horario de clases; y reuniones vecinales con policías para definir prioridades de la comunidad y mejorar la percepción sobre el crimen, entre otros.

“Recuperar la paz y la tranquilidad y reconstruir la convivencia social es una lucha que se debe dar en varios frentes. La solución de fondo, la más eficaz, consiste en tomar acciones para contrarrestar el desempleo, la pobreza y la desintegración familiar, con el fin de sustituir la delincuencia como una opción económica para los jóvenes, por opciones de educación y trabajo honesto. Sin embargo, el problema de la inseguridad no podrá resolverse si no se repara primero el tejido social”, finalizó.