En seminario virtual “El Patrimonio Mundial y la civilización maya: Retos y alternativas”, participan expertos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, que abordan temas como el turismo y su impacto, la arqueología, el cambio climático, la igualdad de género y la economía de dicha región. FOTOS: INAH.
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de abril del 2021.- Durante milenios, los territorios del sur y el sureste de México, así como prácticamente toda la región centroamericana, han sido hogar de una civilización longeva y clave para la historia humana: la maya. Actualmente, hay numerosos paraísos turísticos, cuyos beneficios económicos llegan de manera reducida a los pueblos mayas contemporáneos.
A fin de generar estrategias para impulsar la conservación de los sitios patrimoniales de esta área, se inauguró vía remota el seminario internacional “El Patrimonio Mundial y la civilización maya: Retos y alternativas”.
Organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Dirección de Patrimonio Mundial; por la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en México; por el Instituto Regional del Patrimonio Mundial en Zacatecas; y autoridades culturales de Honduras, El Salvador y Guatemala, el evento también puso énfasis en crear estrategias de análisis, vinculación y apoyo a las comunidades mayas.
En la área maya, existen nueve sitios reconocidos como Patrimonio Mundial: las zonas arqueológicas de Copán (Honduras), Quiriguá (Guatemala), Joya de Cerén (El Salvador), Palenque, Uxmal y Chichén Itzá, así como la reserva natural de Sian Ka’an (México) y los bienes mixtos de Calakmul (México) y Tikal (Guatemala), los cuales representan más de tres mil años de historia, desde el periodo Preclásico hasta el Posclásico, en el caso de los sitios arqueológicos, además de que cada uno de estos lugares encuentra su herencia directa en las localidades mayas contemporáneas.
No obstante lo anterior, también es una geografía cuyas poblaciones originarias registran altos índices de marginación. Al respecto, autoridades del INAH y de la oficina de la UNESCO en México coincidieron en la paradoja que existe en el área, donde numerosos paraísos turísticos reciben visitantes de todo el mundo, y cuyos beneficios económicos y en la calidad de vida llegan en una escala reducida a los pueblos mayas.
A lo largo de 500 años de resistencia, expresaron, los mayas han tenido la inteligencia y la tenacidad necesarias para conservar sus lenguas, y portar una nueva y rica cultura original, resultado del proceso de cambio y de la evolución que experimentaron sus costumbres y sus creencias, para forjar distintas significaciones y nuevas identidades.
El objetivo del seminario, enmarcado en “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura, fue reflexionar en torno a estas circunstancias y generar estrategias, a partir del intercambio de experiencias, para en el futuro incidir favorablemente sobre un espacio que dejó hace tiempo de ser prístino dado que, incluso, la más remota parte de la selva maya experimenta los efectos del cambio climático.
Otros temas que se abordaron fueron: la igualdad de género, la participación comunitaria, el turismo, abordado en sus beneficios y en sus efectos, la contingencia provocada por la Covid-19 y la resiliencia, el desarrollo económico y social de la región maya, y el impacto del efecto invernadero.
Consulta aquí la publicación original del INAH: