Hablante y escritor de esta lengua urge inclusión en las políticas nacionales/Afirma que no hay culturas superiores, sino una sociedad racista.
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de febrero del 2020.- Augusto Juan Francisco, originario del municipio de Maravilla Tenejapa, Chiapas, hablante y escritor de kanjobal, dijo pertenecer a una de las culturas invisibles y no escuchadas hasta ahora.
En la tribuna de la Cámara de Diputados federal, el gestor de apoyos en beneficio de la cultura kanjobal, mencionó: “No han tenido voz, ni voto para los asuntos que competen a su vida y a su organización comunitaria, nos han tratado y acomodado donde hay o se generan espacios, donde otros deciden por nosotros, amenazándonos constantemente para que no protestemos o nos deportarán”.
Precisó que no hay culturas superiores, sino una sociedad racista que aún sigue lastimando y segregando la vida y la cultura de los pueblos, “que lastima y mata igual o peor que las guerras mismas”.
Hizo votos por recordar que algunos son mexicanos por naturalización y la mayoría por nacimiento. “Lo decimos con mucho orgullo, sin negar nuestro pasado y mucho menos la sabiduría de nuestros abuelos y abuelas, que son herencia irrenunciable para nosotros”, indicó.
La cultura Kanjobal sigue vigente y fuerte en su caminar en una lucha constante por el reconocimiento de su existencia, y “como mexicanos, urgimos atenciones con dignidad. Somos ese pueblo que hoy viene a presentar su palabra para demandar atención con respeto, nuestra inclusión en las políticas nacionales sin cosificar nuestra vida o cultura”, añadió.
El hablante de kanjobal resaltó que la sabiduría milenaria de abuelos y abuelas es el estandarte más grande e importante en el caminar. “Aquí estamos los kanjobales para aportar nuestra sabiduría, para decirles que tenemos conocimientos y prácticas propias tanto para contribuir a pacificar como al crecimiento del país”, expuso.
Han sido 38 años de lucha y perseverancia, de sobrevivencia y de resistencia. “Somos el pueblo de los refugiados, los chapines, como nos han llamado”.
En 1994, relató, se emprendió una lucha de los pueblos y hermanos zapatistas, “coincidimos, como ahora seguimos haciéndolo, nunca más un México sin nosotros, la región de la selva fronteriza del Municipio de Las Margaritas, donde decidimos en colectivo nuestra vida comunitaria, donde hermanos luchan por el acceso a la educación superior y una atención digna de salud”.