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28 septiembre, 2019 Comentarios desactivados en Persisten marginación, discriminación y racismo hacia afromexicanos Ciudadania

Persisten marginación, discriminación y racismo hacia afromexicanos

Coloquio de Africanías celebra XV años/El festejo se enmarca en el reciente reconocimiento constitucional de las comunidades y pueblos afromexicanos/La diversidad cultural de estas poblaciones y sus contribuciones deben ser reconocidas y valoradas. FOTOS: Melitón Tapia, INAH.

CIUDAD DE MÉXICO, 28 de septiembre del 2019.- “Estamos satisfechos y contentos. En este año en particular, celebramos con gusto especial estos 15 años del Coloquio de Africanías, porque finalmente tenemos el reconocimiento constitucional de los pueblos afromexicanos, aprobado por el Congreso de la Unión, el cual entró en vigor recientemente”, destacó la antropóloga María Elisa Velázquez, al abrir la decimoquinta edición del evento académico.

Dentro de esta celebración, la responsable del Programa Nacional de Investigación Afrodescendientes y Diversidad Cultural, de la Coordinación Nacional de Antropología (CNAN), resaltó el hecho de que, por primera vez, el censo del INEGI para el 2020, contará con una pregunta de autoadscripción afromexicana, lo que representa un logro histórico, pero también nuevos retos para lograr que estas leyes y políticas públicas se llevan a cabo y lleguen de manera expedita y urgente, a las comunidades que tanto las necesitan.

En la apertura del coloquio, como parte de las actividades de la XXX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), con sede en el Museo Nacional de Antropología, Velázquez recordó los inicios de esta reunión, en la época de Ricardo Palma, como director de Difusión del INAH, quien pensó en crear espacios de difusión académica para exponer los temas más relevantes que el Instituto investigaban y hacerlas hacer llegar al público general.

En estos 15 años, en el Coloquio de Africanías, refirió, han participado especialistas, activistas y representantes de instituciones públicas de México y de países como Argentina, Colombia, Perú, Estados Unidos, El Salvador, España, Francia, Brasil, Guatemala y Belice, así como de los estados de Michoacán, Estado de México, Zacatecas, Yucatán, Guerrero y Oaxaca.

La antropóloga expuso que gracias a la divulgación de la investigación científica en historia y antropología que se hace en el INAH, se transmiten los resultados de los estudios, “información valiosa y significativa para las comunidades afromexicanas, pero también para la sociedad mexicana en general”.

“Así, hemos tratado el tema de sus contribuciones y aportaciones históricas, en la economía y la cultura, pero también de su vigencia y de las situaciones de marginación que muchas de ellas viven y de las problemáticas de discriminación y racismo que siguen enfrentando”, manifestó.

Por su parte, Rebeca Díaz Colunga, encargada de la Coordinación Nacional de Difusión del INAH, afirmó que este espacio se ha consolidado año con año, “y no es gratuito que hoy, no solamente en el ámbito académico, sino en la dimensión política, se empiezan a observar cambios fundamentales. No es un tema menor, es de primer orden, en el que es necesario continuar reflexionando y trabajando porque aún falta mucho por hacer”.

Con el tema “Africanías diversas: comercio de personas esclavizadas por la ruta pacífica y afromexicanos en Oaxaca”, las actividades académicas dieron inicio con la mesa “Otro legado del Galeón de Manila”, cuya primera participación corrió a cargo de Deborah Oropeza Keresey, doctora en Historia por El Colegio de México, quien dictó la ponencia El otro tráfico de esclavos en la Nueva España: los ‘chinos’ y negros de las naos de Filipinas”.

Explicó que la Corona permitió, desde 1568, la esclavitud de los moros de Filipinas que habitan al sur de ese territorio. La población de esclavos también incluía a un gran número de personas provenientes de Asia y de la costa oriental de África, la gran mayoría provenía del Estado da Índia o la India portuguesa, es decir, el conjunto de territorios establecidos por los lusos a lo largo de las costas del océano Índico y del mar de China, en los siglos XVI y XVII.

“En 1572, Felipe II y algunos habitantes de Filipinas sugirieron trasladar esclavos del archipiélago para el beneficio económico del centro del virreinato novohispano en el territorio americano. Su propuesta revela una preocupación por la falta de mano de obra en la Nueva España y la consideración de Filipinas como una fuente adicional de mano de obra. Cabe recordar que, en este periodo, la población nativa novohispana disminuía radicalmente debido a las epidemias y a la explotación colonial, además que, en 1542, se prohibió la esclavitud de los indios nativos”, apuntó.

De esta forma, detalló que de 1565 a 1700, la sociedad novohispana no identificó a los emigrantes de Asia como asiáticos, este término se utilizó hasta las últimas décadas del siglo XVIII. En la Nueva España, a los inmigrantes procedentes de las Filipinas y de otros territorios asiáticos se les identificó con los términos generales de “chino” o “indio chino”, pues en ese tiempo se utilizaba el vocablo China como equivalente a Asia.

Al dictar la conferencia Africanos y afrodescendientes en la Feria de Acapulco, la antropóloga María Elisa Velázquez afirmó que hay poca investigación y divulgación sobre la participación económica, social y cultural de estas poblaciones en el pasado y presente del puerto.

“Si bien hay trabajos al respecto, de gente como Gonzalo Aguirre Beltrán, Rolf Widmer y Alejandra Cárdenas Santana, por citar algunos, hacen falta más datos, sobre todo porque actualmente, el puerto no cuenta con algún espacio que dé cuenta de la participación de estas comunidades en su historia, los acapulqueños no conocen de este pasado”, acotó.

Aseveró que en repetidas ocasiones ha comentado que el uso común de la palabra “negro”, “moreno” o “pardo”, desde la Conquista, ha invisibilizado el legado y la historia de estas personas, pero, sobre todo, sus diversos y ricos bagajes culturales.

En su charla, expuso los orígenes de los afrodescendientes, a partir de las rutas de comercio que se llevaron a cabo por el Pacifico desde África Oriental y el océano Índico, y resaltó su importancia en la economía, la sociedad y la cultura, durante la feria internacional de comercio que se llevaba a cabo en el puerto desde finales del siglo XVI.

Explicó que Acapulco recibió personas de origen africano de diversas regiones y culturas. Asimismo, arribaron esclavizados, libres, provenientes de distintos puertos del Pacífico, del mar del Sur, de Veracruz y de la Ciudad de México.

Finalmente, manifestó que la diversidad cultural de estas poblaciones y sus contribuciones en la formación de la sociedad acapulqueña y de la mexicana, deben ser reconocidas y valoradas, no sólo para saldar deudas históricas sino para formar sociedades respetuosas y orgullosas de su pasado y presente.

 

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