El Colectivo de Comunidades Mayas reclama una respuesta urgente de las autoridades para frenar las actividades que atentan contra la apicultura y la biodiversidad en sus territorios ancestrales, no sólo en esta región de Campeche, sino en toda la Península de Yucatán.
Por Daniel Sánchez
HOPELCHÉN, Cam. 12 de julio del 2024.- El Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes declaró que hay una emergencia apícola en esta región del estado de Campeche, por el uso indiscriminado de plaguicidas altamente peligrosos en la agroindustria por parte de empresarios y privados externos al territorio maya, que está provocando mortandad masiva de los insectos.
La organización comunitaria urgió a que las autoridades frenen las actividades que atentan contra la apicultura y la biodiversidad, después de una década de denuncias y acciones legales, y que el sistema de justicia ineficiente y discriminador deje de privilegiar a personas que, con sus actividades, “contribuyen al aumento del cambio climático, la opresión y violación de los derechos de comunidades indígenas y la devastación del territorio ancestral de las comunidades mayas”.
El Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes señaló que “en 2024, la prolongación de la sequía y los incendios forestales descontrolados en la región, afectaron gravemente a la actividad apícola”, y afirmaron que “ante estos fenómenos, los apicultores de esta región realizaron un gran esfuerzo para preservar sus colmenas y apiarios”.
“El embate de los fenómenos hidrometeorológicos del mes de junio afectaron a los apicultores, debido a las inundaciones y lluvias torrenciales que causaron daños en caminos y apiarios”, indicaron.
“Los cambios en la fenología floral de la región han retrasado la cosecha de miel en la temporada regular, lo cual ha impactado negativamente en la economía de las familias apicultoras, causando pérdidas económicas considerables”, apuntaron.
El Colectivo manifestó que a principios del mes de julio, tras el paso del huracán “Beryl” sobre la Península de Yucatán, los apicultores de la región activaron las alertas y sistemas de prevención ante la llegada de fenómenos hidrometeorológicos, visitaron los apiarios, ante la llegada de fenómenos meteorológicos y el consecuente riesgo de inundación y afectaciones por caída de árboles a las colmenas.
“Aun sin sufrir afectaciones por el huracán, al llegar a los predios correspondientes, los apicultores notaron inmediatamente una baja considerable en las colonias y una cantidad de abejas muertas en las piqueras, que catalogaron en su experiencia como una muerte masiva de abejas, encontrando algunas con síntomas claros de intoxicación por plaguicidas altamente peligrosos”, expresó.
Reveló que los apicultores originarios de la comunidad de Ich-Ek fueron visitando un total de 11 apiarios, confirmando la muerte de más de 248 colmenas, lo cual representa la pérdida total del patrimonio de más de 40 años de trabajo de las familias apicultoras.
“Los apicultores realizaron un monitoreo de campo en un radio cercano a los predios donde se encuentran sus colmenas, identificando un polígono a aproximadamente de 1.5 a tres kilómetros de distancia con un total de 13 hectáreas de chile habanero en diferentes etapas de cultivo, el cual al ser un cultivo con gran susceptibilidad a las plagas, requiere de grandes cantidades de sustancias altamente toxicas para las abejas y la biodiversidad”, agregó.
Citó que “en un estudio realizado por el Instituto Nacional de Equilibrio Ecológico y Cambio Climático (INEEC) en el mes de marzo del 2023, en la región de Hopelchén, se identificaron nueve de 13 plaguicidas investigados en las muestras, con cuatro mostrando toxicidad moderada (acetamiprid, cyprodinil, nicosulfuron, thiacloprid) y cuatro de alta toxicidad (dimethoate, fipronil, imidacloprid, thiamethoxam) para las abejas”.
“El 56 por ciento de los sitios cerca de las colmenas contenían al menos un insecticida peligroso para abejas, sugiriendo una relación con la muerte masiva. Este hallazgo indica prácticas inadecuadas de manejo de plaguicidas en la región, incluyendo mezclas que potencian su efecto nocivo”, afirmó.
La agrupación indígena aseguró que la vinculación de la muerte masiva de las abejas con fumigaciones agrícolas de todo tipo en la región maya de Los Chenes se suma a la larga lista documentada por apicultores en años anteriores y en este 2024, como el registrado en la comunidad de San Francisco Suc-Tuc y Crucero de Oxá en el mes de marzo.
“El impulso de la producción agroindustrial en el estado de Campeche incentiva a continuar con prácticas de producción con consecuencias negativas sobre la biodiversidad y las comunidades mayas, que han dependido por generaciones de la actividad apícola”, expuso.
Mencionó que en el municipio de Hopelchén, a pesar de contar con amparos y suspensiones definitivas de las fumigaciones con plaguicidas altamente peligrosos otorgados por el sistema de justicia mexicano, las afectaciones a las abejas y polinizadores se siguen dando de manera sistemática y sin que las autoridades de los tres niveles de gobierno actúen de forma efectiva, castigando a quienes resultan responsables de estos actos que atentan contra la naturaleza, los derechos humanos e incumplen con la legislación y las leyes mexicanas.
“La evidente desvinculación interinstitucional es un claro ejemplo del desinterés que las administraciones gubernamentales actuales y pasadas tienen sobre estas situaciones cada vez más recurrentes, evadiendo las responsabilidades que por ley deben acatar para frenar el uso de sustancias altamente peligrosas, no solo para las abejas, sino también para la salud humana de las poblaciones aledañas a los campos de cultivo”, añadió.
Dijo que el no atender oportunamente estas afectaciones y sin contar con la reparación de daños, afecta no solo al tema medioambiental, sino también con los derechos que, como pueblo maya originario en el territorio, debemos tener garantes, entre las cuales podemos mencionar el derecho a un medio ambiente sano, a gozar de agua limpia y de calidad, derecho a la soberanía alimentaria y la libre determinación, derecho de acceso a la alimentación sana y la seguridad alimentaria.
Los apicultores y familias afectadas reclamaron, finalmente, a las autoridades e instituciones gubernamentales la carencia de justicia a nuestras peticiones de frenar actividades que atentan contra la apicultura y la biodiversidad, después de una década de denuncias y acciones legales, nos enfrentamos a un sistema de justicia ineficiente, discriminador, que prioriza los privilegios de personas que con sus actividades contribuyen al aumento del cambio climático, la opresión y violación de los derechos de comunidades indígenas y la devastación del territorio ancestral de las comunidades mayas.
“Exigimos una respuesta urgente a la situación que actualmente sufrimos como apicultores por falta de protección de la actividad, exigimos que las instituciones asuman la responsabilidad y competencias correspondientes, así como la vinculación interinstitucional de los tres niveles de gobierno y la reparación del daño con medidas preventivas para evitar que estos acontecimientos lamentables se continúen dando, no solo en la región de Los Chenes, sino en toda la Península de Yucatán”, puntualizaron.