La casa de subastas Sotheby´s vende un hacha efigie de piedra maya en 352,800 dólares, además de una vasija “orangeware” maya de un ave acuática, en 47,880 dólares, y una vasija de efigie de jaguar con tapa maya, en 11,970 dólares.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 18 de mayo del 2021.- Tres piezas mayas fueron rematadas ilegalmente en la casa de subastas Sotheby´s, en Nueva York, este 18 de mayo, alcanzando el mayor precio un hacha efigie de piedra maya, por el que pagaron 352 mil 800 dólares.
Los otros dos vestigios comercializados ilegalmente fueron una vasija “orangeware” maya de un ave acuática, en 47 mil 880 dólares, y una vasija de efigie de jaguar con tapa maya, en 11 mil 970 dólares.
Una vasija maya de efigie de aves, con valor de cinco mil a ocho mil dólares, se salvó de ser rematada al mejor postor, y un cuenco maya policromado, con valor de 800 a mil 200 dólares, fue retirado de la subasta, sin mayor explicación.
Las otras 20 piezas arqueológicas, patrimonio cultural de México, tampoco fueron subastadas en su totalidad, pues 16 si lograron un postor, pero otras cuatro fueron desechadas por los coleccionistas.
También se comercializaron una manopla de piedra de Veracruz, en 21 mil 420 dólares; una serpentina de cabeza olmeca, en nueve mil 450 dólares; una figura de transformación de monstruo pájaro de piedra olmeca, en 37 mil 800 dólares; una figura olmeca de piedra verde, con una máscara sobrenatural, en 47 mil 880 dólares, y una figura femenina de pie de Tlatilco, en 10 mil 710 dólares.
Igualmente, se vendieron el grupo maternidad Jalisco, en tres mil 258 dólares; una pareja unida Jalisco, estilo Ameca-Etzatlán, en 13 mil 860 dólares; un grupo de nueve figuras ceremoniales de Colima, en 16 mil 380 dólares; un grupo de danza de Colima, en tres mil 150 dólares; la figura de un chamán sentado de Colima, en 10 mil 710 dólares; y la figura femenina arrodillada de Nayarit, Lagunillas tipo E, en 47 mil 880 dólares.
Asimismo, fueron subastados la figura femenina sentada de Jalisco, estilo El Arenal, en dos mil 520 dólares; la vasija de un enano de Colima, en cuatro mil 410 dólares; el recipiente para perros de Nayarit, en ocho mil 820 dólares, la figura de un perro de Colima, en tres mil 780 dólares, y la figura de un hombre sentado de Zacatecas, en dos mil 520 dólares.
Nadie se interesó en una figura de piedra olmeca montando un animal sobrenatural, con estimación de entre 40 mil y 50 mil dólares; un collar de cuentas de jade olmeca, en 25 mil a 35 mil dólares; un pelotero huasteco sentado, de la región del Pánuco, en 30 mil a 50 mil dólares, y una bailarina de pie de Colima, con tocado removible, en 30 mil a 40 mil dólares.
El hacha ceremonial maya
Según el catálogo de Sotheby´s, el hacha efigie de piedra maya, que está sobre una base del artista de madera japonés Kichizö Inagaki, está fechado en el clásico tardío, entre 550 y 950 después de Cristo.
El vestigio maya, de 28.6 centímetros de altura, fue nombrado hacha “por el supuesto parecido de su forma ahusada con grandes cabezas de hacha de piedra. Al igual que los yugos y las palmas, estos enigmáticos artefactos de piedra probablemente representan efigies rituales de equipo de juego de pelota real que probablemente estaba hecho de materiales más livianos y perecederos”.
“Estos objetos ceremoniales en piedra eran evidentemente de gran valor, pero quedan muchas preguntas en torno al contexto en el que se utilizaron originalmente. Recientemente se ha sugerido que “algunos de los objetos que se han agrupado bajo la etiqueta hacha bien pueden ser marcadores o trofeos que representan equipos o jugadores individuales, que fueron colocados a los lados de los campos de juego en determinadas ocasiones”. (Helmke, Yaeger y Eli, “A Figurative Hachade Buenavista del Cayo, Belice”, The PARI Journal , vol. 18, núm. 3, 2018, pág. 15)”.
“El tallado audaz y seguro de la actual hacha ilustra varias características que son particularmente distintivas de las hachas que representan murciélagos. Estos incluyen las orejas grandes y puntiagudas, la representación del trago, la forma carnosa en la parte inferior de la oreja y la perforación en la mitad superior, que Shook y Marquis notan que “rara vez ocurre en especímenes de otras categorías” (Edwin M. Shook y Elayne Marquis, op. Cit., P. 77). Curiosamente, esta perforación está presente en casi todas las hachas de la gran ciudad maya del estado de Palenque (ibid.)”.
“Aunque ilustra las características distintivas de un murciélago, algo en la poderosa fisonomía de esta hacha parece sugerir un jaguar gruñendo. Esta hacha difiere de la mayoría de las representaciones de jaguares en hachas, aunque el hocico carnoso sugiere más al gato grande que al murciélago, pero Shook y Marquis notan el parecido y afirman que “quizás murciélago / jaguar / serpiente describiría con mayor precisión esta representación”. (ibíd., pág. 80). La serpiente, que aquí se arquea desde el hocico del murciélago, su cabeza deslizándose sobre la oreja del murciélago, era una criatura con “importantes connotaciones mitológicas, y a menudo asociada con el agua y la lluvia”. (ibid., pag. 171). Las hachas con representaciones secundarias son raras”.
Las otras 2 piezas mayas
De acuerdo con el catálogo, la vasija “Orangeware” maya de un ave acuática es del periodo clásico temprano, alrededor del 250 al 450 después de Cristo.
La pieza de 26 centímetros de alto es una “elegante representación de un ave acuática acicalada, es una de las vasijas mayas más elegantes y mejor concebidas de un animal en su comportamiento natural”.
“El cuerpo redondeado del ave forma la vasija profunda, las paredes se curvan hasta el borde aplanado del borde que se convierte en una voluta profundamente incisa en un lado del plumaje de la cola del pico. El lado opuesto del cuenco está profundamente sangrado, como si el cuerpo del pájaro se adaptara a la postura torcida”.
“El cuello alto y arqueado del pájaro sirve como mango ahuecado, con el pico largo y delgado mordisqueando su espalda, y los ojos están bordeados por pupilas hundidas que miran brillantemente hacia adelante”.
“El ave acuática cormorán fue quizás el ave más frecuentemente representada en el corpus de vasijas efigie del Clásico Temprano y también fue pintado a menudo en vasijas cilíndricas policromadas del Clásico Tardío”.
La tercera pieza destacada es la vasija de efigie de jaguar con tapa maya, del clásico temprano, fechada alrededor del 250 a 450 después de Cristo.
La pequeña vasija, de unos 12.7 centímetros de alto, según el catálogo, “está modelada como un felino poderoso y preparado con músculos tensos, ojos saltones y boca gruñona”.
“Cubierto de un lustroso engobe rojo pardusco, su cabeza se gira bruscamente sobre el formidable cuello curvo; la pequeña tapa cubre el centro de la espalda del felino y se perfora en cada extremo para unirla a los orificios correspondientes del recipiente. Este recipiente dinámico y portátil probablemente era un contenedor para una sustancia sagrada; es un ejemplo más inusual y fino de la tradición de vasijas efigie del Clásico Temprano”.
Consulta aquí los resultados de la subasta de Sotheby´s:
https://www.sothebys.com/en/digital-catalogues/art-of-africa-oceania-and-the-americas?locale=es