Emilio Lozoya revela que el expresidente Carlos Salinas le pidió al expresidente Enrique Peña Nieto y a su padre que favoreciera a la compañía constructora en el contrato para el Nuevo Puente de la Unidad, a lo que él se negó, pero señala que sí lo hizo el cuñado de Salinas, José Antonio González, cuando fue director de Pemex.
Por Daniel Sánchez
CIUDAD DEL CARMEN, Cam. 21 de agosto del 2020.- La empresa Tradeco, que dejó inconcluso el Nuevo Puente de la Unidad en 2015, tenía todo el apoyo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, y su dueño Federico Martínez Urmeneta varias veces insistió en que se le perdonaran penalidades y se modificara el contrato con Petróleos Mexicanos para la obra, reveló el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, en su denuncia de hechos.
En un apartado denominado “Pago de votos y favores vía empresas privadas”, Lozoya Austin señaló que en “un viaje a Cali, Colombia, entre el 20 y 24 de mayo de 2013, para participar en un evento con otros jefes de estado y en un foro empresarial, el empresario Federico Martínez Urmenta (Urmeneta), director general de Tradeco, se le acercó a Enrique Peña Nieto y le dijo que “él y su socio Carlos Salinas de Gortari estaban operando para sumar al PAN y conseguir votos para las reformas estructurales”.
“Enrique Peña Nieto me pidió recibir a Federico Martínez y ayudarlos. Semanas después y bajo el mismo periodo, Carlos Salinas de Gortari le pidió a mi padre ayuda para que recibiera a su amigo Federico Martínez, pues tenía problemas, y también le entregó tarjetas con proyectos que su(s) hijo(s) Juan Cristóbal querían intermediar en Pemex”, expresó.
“Finalmente, por instrucciones de Peña Nieto, recibí a Federico Martínez, quien tenía una serie de peticiones sobre obras que tenían con Pemex, pero todas presentaban quejas, retrasos e incumplimientos. Recuerdo, especialmente, lo relativo a los tanques de almacenamiento en Veracruz y el puente de la Ciudad del Carmen”, indicó.
“Federico Martínez Urmenta (Urmeneta) me pidió modificar los contratos y perdonar penalidades, ante lo que me negué. Me respondió que su socio Carlos Salinas de Gortari había hablado con mi padre y Enrique Peña Nieto, y que por favor tomara en cuenta lo que haría con sus amigos los senadores del PAN”, agregó.
“Al final no hubo cambios a estos contratos, pero sí tengo conocimiento de que de dichos contratos se beneficiaron los sujetos señalados, cuando José Antonio González Anaya, concuño del expresidente Carlos Salinas de Gortari, asumió la Dirección General de Pemex”, puntualizó.
El exdirectivo petrolero también manifestó, en su denuncia de hechos, que “en relación a Tradeco, puede también relatar una posible red adicional de complicidades, ya que en un encuentro en una cena que tuve en la Pizzería la Loggia, en Polanco, entre septiembre y octubre de 2013 aproximadamente, con el senador Roberto Gil Zuarth, para comentar diferentes temas en el sector energético, me confirmó que varios colegas suyos, senadores del PAN, recibían apoyos para la aprobación de la Reforma Energética”.
En este encuentro, abundó, “me entregó una lista que describía los mismos proyectos de la empresa Tradeco, que estaban emproblemados con Pemex y que ya fueron referidos con antelación”.
“Me dijo que el senador Francisco Cabeza de Vaca y Francisco Domínguez le habían pedido que me insistiera en resolver estos problemas, ya que la empresa Tradeco les estaba facilitando apoyos económicos a cambio de sus votos”, asentó.
La rescisión que aún no termina
Página 66 publicó el 23 de abril del 2018 que la empresa subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP) reveló que aún está en litigio la rescisión del contrato número 420832825, con la empresa Tradeco Infraestructura S.A. de C.V., para la construcción del nuevo Puente de la Unidad, que dejó inconcluso.
La compañía productiva del Estado informó que “la empresa Tradeco Infraestructura S.A. de C.V. promovió juicio de nulidad contra de la resolución de rescisión del contrato y al día de la fecha (22 de marzo del 2018), se encuentra en trámite y está pendiente de que la Primera Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa dicte la sentencia correspondiente en el juicio 19709/15-17-02-9/2360/17-S1-03-04”.
Este es el mismo puente, que terminó de edificar una filial de Empresas ICA y dos filiales del Grupo Hycsa, con dinero prestado por el Banco Santander (800 millones de pesos) a la administración de Alejandro Moreno Cárdenas, quien ahora promueve esta obra como un compromiso cumplido del priísta Enrique Peña Nieto, pero que terminó costando más de dos mil millones de pesos.
La infraestructura y el material existentes en el reinicio de la construcción del puente, fue edificada y dejado por Tradeco Infraestructura S.A. de C.V. y Tradeco Industrial S.A. de C.V., propiedad del ex funcionario de la ex paraestatal, Federico Martínez Urmeneta, con quien el 12 de septiembre de 2012 -bajo el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa-, PEP celebró el contrato, adjudicado directamente, para construir el nuevo Puente de la Unidad, pero que tuvo que rescindir el 20 de mayo del 2015, al dejar las empresas abandonada la obra.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su Informe de resultados de la cuenta pública del 2014 sobre la obra “Ingeniería, Procura y Construcción del Nuevo Puente Vehicular “La Unidad”, dado a conocer en febrero del 2016, la empresa subsidiaria no había finiquitado el contrato, ni recuperado 122 millones 717 mil 900 pesos que dio en anticipo y pagos indebidos a la contratista de Martínez Urmeneta.
La ASF detectó “un subejercicio de 170 mil 200 pesos, entre los montos de inversión modificados contra montos pagados en la Cuenta Pública Federal 2014, sin contar con las adecuaciones presupuestarias correspondientes” y encontró una “falta de amortización del anticipo por un monto de 122 millones 551 mil 400 pesos; y pagos indebidos por 166 mil 500 pesos”.
Un año antes, en febrero del 2015, la misma Auditoría había detectado que durante el final del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, Petróleos Mexicanos asignó el contrato para construir el nuevo Puente de la Unidad a Tradeco, pero le dio un trato especial y le otorgó un anticipo de 197 millones 977 mil pesos.
El contrato fue signado el 12 de septiembre del 2012, por un monto de 838 millones 503 mil 400 pesos, para ser ejecutado durante 600 días naturales, que vencieron el 16 de mayo de 2014, pero el puente vehicular no fue concluido.
Mediante los convenios números 1, 2 y 3, celebrados el 23 de enero, seis de mayo y 14 de noviembre de 2014, se difirió, con el primero, la fecha de inicio de los trabajos en 13 días naturales, por la entrega tardía del anticipo, por lo que el nuevo periodo de ejecución quedó del siete de octubre de 2012 al 29 de mayo de 2014, sin modificar el plazo original de 600 días naturales del contrato.
Con el segundo, se incrementó el monto del contrato en 21 millones 515 mil pesos, debido a que se autorizaron conceptos no previstos en el catálogo de conceptos, por lo que el nuevo monto ascendió a la cantidad de 860 millones 18 mil 400 pesos; y con el tercero, se prorrogó la fecha de terminación en 17 días naturales, por lo que la nueva fecha de conclusión de los trabajos quedó para el 15 de junio de 2014, por el atraso de estimaciones, y se amplió en 107 días naturales la ejecución de los trabajos de 600 a 707 días naturales para establecer como nueva fecha de terminación el 30 de septiembre de 2014, debido a sondeos adicionales de estudios geotécnicos que impactaron la ruta crítica del programa contractual.
Por último, mediante el oficio núm. PEP SSAP-GSAPRM-GMSDCOBM-RCO1-P-440-2014, del 17 de octubre de 2014, se prorrogó la fecha de terminación de los trabajos en 182 días naturales, por lo que el periodo de ejecución quedó del uno de octubre de 2014 al 31 de marzo de 2015, debido a la afectación de pagos tardíos de estimaciones, condiciones climatológicas adversas y retraso en la devolución de retenciones.
Tradeco nunca cumplió y dejó en obra negra el nuevo puente vehicular entre Isla del Carmen e Isla Aguada.