Los integrantes de Los Chenes acusan a la empresa Abejas Cine y de quienes la integran de generar tensiones innecesarias y hablar en nombre del proceso de los pueblos mayas “por la defensa de nuestros montes, del agua, de nuestras semillas, de la paz”.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 16 de agosto del 2022.- Integrantes del Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes se deslindaron de la empresa productora Abejas Cine y de quienes la integran, por generar tensiones innecesarias y por hablar en nombre del proceso de los pueblos mayas “por la defensa de nuestros montes, del agua, de nuestras semillas, de la paz”.
La organización indígena emitió un pronunciamiento frente al documental ¿Qué le pasó a las abejas?, dirigido a la opinión pública, a María Novaro Peñaloza, directora general de Instituto Mexicano para el Cine (Imcine), y Yuria Goded Garzón, coordinadora ejecutiva de Eficine, en el que aseguran que “somos comunidades mayas organizadas y nuestra lucha encumbra más de una década de resistencia”.
“Es nuestra voz, son nuestros pasos firmes contra el modelo de agronegocio que destruye nuestra casa común, la selva maya. Emprendimos una lucha de largo aliento, que se mantiene firme y que camina pacíficamente de la mano de niñas, niños, juventudes, abuelas, abuelos, desde el corazón del territorio maya. Somos mujeres y hombres cuya lucha legal y pacífica también quedó plasmada en el documental ¿Qué pasó a las abejas?”, recordó.
“En nuestro andar, hemos tenido muchos obstáculos en el ejercicio de nuestros derechos a un medio ambiente sano y a una vida tranquila. Uno de ellos, el más reciente, es no poder gozar a plenitud y poder compartir el sentido de urgencia de los daños socio ambientales que se agravan en nuestro territorio, a través del documental ¿Qué les pasó a las abejas?”, expuso.
“Lamentamos que nuestra lucha colectiva se vea sujeta a la propiedad intelectual en favor de una o varias personas. Para nosotras, es urgente compartir nuestros procesos comunitarios con otras comunidades hermanas, que están pasando por situaciones similares, bajo los modelos extractivos coloniales, capitales y patriarcales que nos atraviesan de muchas maneras”, indicó.
El Colectivo hizo del conocimiento a la opinión pública que quienes integran el Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes, “no nos sentimos representados por la empresa productora Abejas Cine y por quienes la integran”.
“Rechazamos categóricamente que hable en nombre de nuestro proceso y que asegure que esta discrepancia se debe a “divisiones políticas” al interior de nuestra organización, tal como se señaló en el 1er Foro Latinoamericano de cine e impacto social, realizado en Brasil, el jueves 23 de junio del 2022”, señaló.
Afirmó que durante todo este proceso, se intentó entablar un proceso de diálogo, el cual no fue respetado, y resaltó que “es importante recalcar que nuestros tiempos como comunidades, con usos y costumbres, son diferentes a las agendas capitalistas”.
“La forma en la que la empresa Abejas Cine trabaja no ha fortalecido, ni han generado estrategias adecuadas, ni consensadas, que puedan servir para aperturar la reflexión con el material y el cuestionamiento de los modelos de desarrollo presentes en esta región”, añadió.
“Es importante remarcar que en los encuentros virtuales que tuvimos con la empresa Abejas Cine no se llegó a un consenso, ni se habló en ningún momento de los acuerdos comerciales de la película, que nunca fueron claros. Omitidos desde un actuar para las interesadas, de este modo cayendo en la discriminación hacia las comunidades mayas de Hopelchén”, mencionó.
“El tema del uso del documental durante la campaña emprendida por el Colectivo para la semana del 20 de mayo del 2022, se realizó de forma independiente a la agenda de Abejas Cine”, aseveró.
“Desde el Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, aclaramos que la participación del documental fue con la finalidad de dar a conocer la situación medioambiental y cultural actual de Hopelchén y de sus comunidades. Esperando que el material sea para fines educativos, por lo que cabe señalar que no es de nuestro interés obtener los beneficios económicos que el documental haya o está generando para dicha casa productora”, comentó.
“Lamentamos que los esquemas de apropiación y extracción sigan presentes, también bajo los parámetros del cine industrial. Nuestros deseos responden a un carácter de urgencia ante los procesos impunes de despojo de tierras que vulneran nuestra vida y nuestros saberes comunes, de nuestras comunidades mayas y etnias hermanas en México, Latinoamérica, Norte América y del mundo. Sin nuestra lucha, no existiría el documental ¿Qué les pasó a las abejas?”, subrayó.
Finalmente, la agrupación civil hizo “del conocimiento público que durante la producción o previo a ella, no se mencionaron, ni consensuaron los fines de distribución de la película, ni las limitaciones o restricciones que se proponía la productora durante este proceso”.
“Urge repensar nuevas formas de relacionarnos, de construir acuerdos en favor de los derechos colectivos, del acceso libre e ilimitado que rompa con las brechas de desigualdad y facilite el acceso a la información”, agregó.
“Así como cita el Pronunciamiento Otros cines es posible: “El cine se convirtió en un producto de explotación, en el ejercicio de una mirada de tomar el poder y control, solo por pertenecer a cultura indígena maya y para ello se han ocupado muchas estrategias: extractivismo narrativo, epistémico, precariedad laboral, violencia económica, de género, monoculturalidad y colonización”.
La agrupación civil externó que “dicha situación, lejos de fortalecer el tejido social al interior de nuestra organización, también ha generado tensiones innecesarias”.
“Creemos firmemente que este documento puede servir para reforzar nuestras luchas comunitarias, la de nuestras hermanas y hermanos apicultores de otras latitudes, de campesinos, milperos y personas de a pie”, expresó.
“Este precedente es una oportunidad para repensar cómo construir desde la colectividad, desde acuerdos comunes para lograr un verdadero impacto social que vaya más allá de las redes sociales y plataformas de paga”, abundó.
“Nuestra lucha social y colectiva no se debe al cine, el cine documental se debe a nuestra postura por la defensa de nuestros montes, del agua, de nuestras semillas, de la paz”, asentó.