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26 noviembre, 2020 Comentarios desactivados en Glifosato, potencial cancerígeno, presente en agua y orina de mayas Campeche

Glifosato, potencial cancerígeno, presente en agua y orina de mayas

Greenpeace México cita el caso de comunidades mayas de Hopelchén, donde se siembra masivamente la soya transgénica y se utiliza glifosato indiscriminadamente, como ejemplo de evidencia científica de impacto del herbicida/©Greenpeace/Eric De Mildt.

Por Daniel Sánchez

CAMPECHE, Cam. 26 de noviembre del 2020.- La organización ambientalista Greenpeace citó el caso de Campeche, específicamente en comunidades mayas de Hopelchén, donde se han hecho investigaciones que prueban la presencia del glifosato, el potencial agente cancerígeno, en el agua de consumo humano y la orina.

La agrupación ecologista recordó que en 2017, se publicaron en la International Journal of Environmental Research and Public Health los resultados de una investigación sobre la presencia de glifosato en siete comunidades agrícolas del municipio de Hopelchén, Campeche.

“Este municipio es el principal productor de soya del estado, cuya capital (Campeche) se utilizó como punto de comparación. El resultado: el 90 por ciento del grano de soya que se usa es genéticamente modificado, para resistir el glifosato”, expresó.

“Se encontró mayor concentración de glifosato en agua subterránea en la comunidad de Ich-Ek, con 1.4 microgramos por litro (mg/L), cifra por encima de los límites permitidos en Europa”, indicó.

Asimismo, puntualizó, se encontró glifosato en el agua embotellada de tres comunidades e incluso en la comercializada en Mérida. Los niveles excedieron los máximos permitidos en Europa, sin embargo, en México ni siquiera hay una legislación clara al respecto.

También dijo que en el caso de la orina humana, se tomaron muestras de campesinos en el estado de Campeche y se compararon con las de pescadores.

“Todos los testeos revelaron la presencia de glifosato, pero la concentración de orina en los campesinos (0.47 mg/L) fue más del doble de la de los pescadores (0.22 mg/L)”, expuso.

“A pesar del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para suspender el uso del glifosato asociado al cultivo de soya genéticamente modificada, los pobladores de Campeche aseguran que el cultivo sigue realizándose de manera ilegal”, asentó.

Greenpeace México publicó un texto con el título: Glifosato: herbicida peligroso para nuestra salud, en el que mencionó el caso de Los Chenes como ejemplo de evidencia científica en México que muestra el impacto del glifosato, más allá del tema de control y “usos apropiados” en los campos de cultivo.

Comentó que “casos similares se han presentado alrededor del mundo e incluso, el glifosato se ha sugerido como una causa vinculada con la intolerancia al gluten y al desarrollo de la enfermedad celíaca”.

El glifosato y su daño a la salud humana

La organización civil afirmó que “una de las grandes victorias para la regulación y disminución del uso de glifosato sucedió en 2015, cuando el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que el glifosato es una sustancia probablemente cancerígena”.

Esto, agregó, a pesar de que algunas agencias, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), han dicho que no implica un riesgo y otras han minimizado los peligros, siempre y cuando se use “apropiadamente”, como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US EPA).

Sin embargo, abundó, estudios científicos han demostrado que sí hay efectos sobre nuestra salud, muchos de ellos disponibles en la 5ª edición (2020) de la Antología toxicológica del glifosato, que incluye poco más de mil evidencias científicas.

Respecto a los efectos inmediatos, aseguró que el uso de glifosato causa irritaciones dérmicas y oculares, además de mareos, náuseas, problemas respiratorios y aumento de la presión sanguínea.

“En Reino Unido, desde la década de los 90, se han presentado múltiples demandas por intoxicación con glifosato. En varias regiones de Estados Unidos, también ha habido denuncias por irritaciones dermatológicas y daños en los ojos”, añadió.

“Sin embargo, a largo plazo, se ha sugerido que el glifosato sea una sustancia cancerígena. Ya en 1999, en un artículo publicado en la Journal of American Cancer Society, los autores Hardell y Eriksson relacionaron la exposición al herbicida con mayor riesgo para desarrollar el linfoma no Hodgkin (LNH)”, apuntó.

La gran fabricante de glifosato en el mundo es la empresa Monsanto, pero en 2018, aseveró, “Bayer, la empresa global de origen alemán, la adquirió, por lo que ahora esta compañía químico-farmacéutica ha acordado un pago de nueve mil 600 millones de dólares para los demandantes de un caso colectivo, armado por el bufete jurídico Weitz & Luxenberg”.

“A pesar de que Bayer niega que el glifosato sea cancerígeno, ha reservado más de mil millones de dólares para cubrir futuras demandas, lo que significa que esperan más casos que relacionen al herbicida con el cáncer”, reveló.

Consulta aquí el texto completo de Greenpeace:

https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9205/glifosato-herbicida-agente-cancerigeno/

 

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