El presidente López Obrador señala que “la Fiscalía debe atender la denuncia (contra el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, por enriquecimiento ilícito) y esclarecer los hechos”, pero reiteró que “ya no es el tiempo de que no se podía tocar al intocable, ya no hay impunidad”.

Por Daniel Sánchez

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de septiembre del 2019.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que no hay persecución política desde su gobierno contra los opositores y dijo que la denuncia contra el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, por enriquecimiento ilícito, tiene que ser atendida por la Fiscalía General de la República (FGR) y esclarecer los hechos.

“Debe la Fiscalía atender la denuncia. Tengo entendido que la presentó un dirigente del PRI, que fue gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; entonces la Fiscalía tiene que atender todas las denuncias que se presenten de cualquier ciudadano y esclarecer los hechos”, expresó.

“Hay que esperar a que la Fiscalía resuelva, no adelantarnos a los resultados y tener confianza en la Fiscalía. Eso es importante”, indicó.

-Por ser dirigente de un partido de oposición ¿Cree que se pueda prestar a un asunto de interpretación de persecución política?

-AMLO: No, porque cada vez es más claro de que nosotros no actuamos de manera perversa, nosotros no somos como los anteriores gobiernos que usaban la Procuraduría para perseguir a los opositores o para fabricarles delitos, o para protegerlos a los presuntos delincuentes.

“Nosotros hemos dicho muchas veces que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie, cero corrupción, cero impunidad”, puntualizó.

-El dirigente del PRI habría dicho que es una campaña de difamación en su contra.

-Pues puede ser, pero no de nosotros; digo, nosotros no usamos esos procedimientos.

En general, López Obrador reiteró que se investiga “sólo que haya denuncia y eso corresponde a la Fiscalía General darle seguimiento”.

“También el compromiso de no detener ninguna denuncia, de no impedir u obstaculizar una denuncia, de no hablar con el fiscal para decirle: Me congelas ese expediente. Ya no es el tiempo de que no se podía tocar al intocable, ya es otra cosa, ya no hay impunidad”, insistió.

“Pero nosotros no promovemos estas denuncias, lo dije hasta en la toma de posesión, porque entonces tendríamos que abrir muchísimos expedientes, no habría juzgados suficientes, cárceles, y estaríamos dedicados a eso, imagínense cuánto desgaste, y no podríamos sentar las bases del México del futuro”, explicó.

“Muchos pueden decir: ‘Ah, es que si se mete a la cárcel a los corruptos así ya se construye un México distinto, nuevo’. No necesariamente. Lo más importante es que el marco legal cambie, que se pueda castigar la corrupción y gobernar con el ejemplo, y que sea mal vista la corrupción, que podamos estigmatizar la corrupción, aunque no les guste a mis adversarios, pero decir: Guácala, fuchi, ish careca! al corrupto; o sea, que el que tenga una mancha de corrupción no se la pueda quitar ni con toda el agua del Grijalva y del Usumacinta y del Golfo de México, que no se celebre la corrupción”, agregó.

“Es que ese era el peor de los males, no perdían ni siquiera su respetabilidad, además, llegó al extremo de que no se sentían corruptos y podían decir que el que se robaba una bolsa en el mercado o una cartera era un ladrón, y ellos estaban haciendo negocios, business. Entonces, es un cambio completo”, abundó.

“Ya no se permite la corrupción y hay esta separación de poder económico con poder político. Esto no significa que no se pueda hacer negocios en el país, claro que sí, no podríamos sacar adelante a México sólo con la inversión pública, se requiere la inversión privada, pero es un proceso para que las empresas privadas particulares también actúen con un código de ética”, aseveró.