El diputado Daniel Sánchez Barrientos insiste en que Congreso de Campeche apruebe aumento de 50% al presupuesto de la Secretaría y el Sector Salud.

Por tercera ocasión, el tema de Salud es obligado. Ya los problemas no son sólo en el mantenimiento de instalaciones, abasto de medicamentos y funcionamiento de aparatos de diagnóstico en los hospitales públicos, sino también en el atraso del pago de salarios de los médicos, enfermeras, técnicos y personal de Unidades Médicas Móviles.

En la última semana, nos enteramos de los adeudos de la Secretaría de Salud a los trabajadores que llegan a las comunidades más alejadas para dar atención médica, y de las condiciones deplorables de los vehículos en que se transportan.

También se informó que el personal del Centro Oncológico, unos 50 médicos, enfermeras y técnicos, tiene cuatro quincenas sin cobrar su salario. Al parecer, esto se resolvió luego de una denuncia en redes sociales.

Pacientes que reciben hemodiálisis del Hospital de Especialidades mantienen sus quejas de que no hay el equipo, ni el material necesarios para su tratamiento, y tienen que desembolsar dinero para su adquisición, de lo contrario, no pueden acceder a darse una oportunidad de seguir con vida.

En el hospital de Calkiní, no cantan mal las rancheras: Un paciente con apendicitis aguda tuvo que comprar suero, porque no hay en existencia, junto a otros medicamentos necesarios para la atención médica básica de los ciudadanos.

En el hospital de Mamantel, reportan que los baños están inservibles, sin agua potable.

También informan que el centro de salud de la colonia Morelos es un “elefante blanco”, sin personal, ni atención médica.

Igualmente, se pudo constatar que ya no funciona la farmacia del Hospital de Especialidades, que surtía de medicinas a bajo precio, y que hay filtraciones de agua, cuando llueve, en algunos de sus pisos.

Ya basta de tanta irresponsabilidad criminal de autoridades federales y estatales, que están más ocupadas en desviar recursos a las campañas políticas para que ganen los débiles candidatos oficiales.

Ya basta de tanto derroche de funcionarios en “megaobras” inútiles y pago a los dueños de los medios de comunicación.

Ya basta de anuncios, en vísperas de elecciones, de que ahora sí invertirán lo suficiente en Salud.

Insisto en que se someta a consideración del pleno y se apruebe el punto de acuerdo para aumentar en, al menos, el 50% el presupuesto para la Secretaría y el sector Salud.

Conmino a mis compañeros diputados a dejar sus sillones apoltronados y visitar cada uno de los hospitales públicos, platicar con los pacientes y con los familiares de los enfermos, apoyarlos en este duro trance en que los han colocado las autoridades.

Los conmino a dedicar el 100 por ciento de sus ingresos para gestión a los pacientes que requieren de hemodiálisis una vez, dos veces y hasta tres veces por semana, y a quienes están tratándose en el Centro Oncológico de Campeche, para quienes un apoyo con el pago de un estudio, un medicamento o una hemodiálisis, puede significar un día más de vida

Tóquense el corazón, no como falsamente hacía su compañero de partido, Fernando Ortega Bernés; ayuden a los más vulnerables, este es el tiempo de reivindicarse con la sociedad.