De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, los Ceresos de Carmen y Kobén, a cargo de la SSSPCAM de Alejandro Moreno, tuvieron una calificación de 6.38, principalmente por no garantizar la integridad personal del interno, ni su estancia digna.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 12 de abril del 2019.- Durante 2018, los Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Ciudad del Carmen y San Francisco Kobén fueron descuidados por la administración de Alejandro Moreno Cárdenas y pasaron a aprobar “de panzazo” la supervisión anual realizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, de la CNDH, cuyo personal visitó la entidad campechana entre el 12 y el 14 de noviembre, los reclusorios carmelita y de Kobén, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Campeche (SSPCAM), obtuvieron una calificación de 6.38, a niveles del año 2011.
Esta cifra colocó a Campeche por debajo de la media nacional de 6.45; en el lugar 16 del ranking nacional, entre las 32 entidades federativas del país, y significó una tendencia a la baja, ya que en el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2017, tuvo una calificación de 6.82.
Según el documento de la CNDH, dado a conocer ayer, específicamente, la calificación del Cereso de Ciudad del Carmen fue de 6.31, y la del de San Francisco Kobén, 6.45.
Más “focos rojos” en penal carmelita
El penal carmelita, con 267 reclusos, tiene focos rojos en dos rubros: Aspectos que garantizan la integridad personal del interno y Aspectos que garantizan una estancia digna, y tres en focos amarillos: Condiciones de gobernabilidad, Reinserción social del interno y Atención a internos con requerimientos específicos.
El organismo nacional manifestó que “durante la supervisión, se detectó que es importante prestar atención entre los aspectos que garantizan la integridad personal del interno, la insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos; falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección; insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos, y deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento”.
En cuanto a los aspectos que garantizan una estancia digna, la Comisión Nacional observó “insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro; deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad; inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica, de la cocina y/o comedores, de instalaciones para la comunicación con el exterior y de los talleres y/o áreas deportivas”.
También se detectó, aunque en menor grado, el “ejercicio de funciones de autoridad por personas privadas de la libertad. Condiciones de autogobierno/cogobierno; insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, y presencia de actividades ilícitas”.
Igualmente, se encontró “deficiente separación entre procesados y sentenciados, insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación, y de actividades deportivas; deficiencia en la atención a mujeres y/o menores que vivan con ellas, a personas indígenas e insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria”.
Múltiples deficiencias en Kobén
La cárcel de Kobén, con 987 reos, tiene foco rojo en Aspectos que garantizan la integridad personal del interno, y cuatro focos amarillos en: Aspectos que garantizan una estancia digna, Condiciones de gobernabilidad, Reinserción social del interno y Atención a internos con requerimientos específicos.
En el Cereso, ubicado a unos kilómetros de la capital campechana, la CNDH detectó en aspectos que garantizan la integridad personal del interno, que hay que tener cuidado con la “supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección, e insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos”.
En aspectos que garantizan una estancia digna, halló “insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro, deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad; inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica, de la cocina y/o comedores, de instalaciones para la comunicación con el exterior y de los talleres y/o áreas deportivas”, así como “deficiencias en la alimentación”.
El organismo nacional también encontró “insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, ejercicio de funciones de autoridad por personas privadas de la libertad. Condiciones de autogobierno/cogobierno; presencia de actividades ilícitas y de cobros (extorsión y sobornos)”.
Además, constató “inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad, deficiente separación entre procesados y sentenciados, insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación, de actividades educativas y deportivas”, así como “deficiencia en la atención a mujeres y/o menores que vivan con ellas, a personas indígenas, a personas con discapacidad y a personas LGBTTTI, e insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria”.
Consulta aquí el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018:
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/sistemas/DNSP/DNSP_2018.pdf
Más información en:
https://www.pagina66.mx/con-alito-persisten-deficiencias-en-carceles-albergues-y-siquiatrico/
