La Redim revela que Campeche forma parte de las 6 entidades en el país donde se incrementó el número de niños y adolescentes en la pobreza extrema o moderada entre 2014 y 2016. Las otras fueron Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Ciudad de México.

Basado en una nota de Olga Rosario Avendaño/SemMéxico

CIUDAD DE MÉXICO, 6 de enero del 2018.- Entre 2014 y 2016 -durante la administración de Alejandro Moreno Cárdenas-, creció el porcentaje de población de 0 a 17 años de edad, en condición de pobreza extrema o moderada, en Campeche, al igual que en otras cinco entidades, como Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Ciudad de México, informó Alicia Vargas Ayala, directora del Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social (Cides).

Vargas Ayala afirmó que en México, 20.7 millones de niñas, niños y adolescentes se encontraban en situación de pobreza extrema en 2016.

A nivel nacional, más de la mitad, 51.1 por ciento, de la población de entre 0 y 17 años era pobre en ese mismo año; el 9.0 por ciento se encuentra en condiciones de pobreza extrema y el 42.1 por ciento en pobreza moderada.

En este mismo contexto, mencionó que el 80 por ciento de la niñez indígena vive en la pobreza extrema y en ese porcentaje, también existen quienes se vieron afectados y afectadas por los sismos.

La también presidenta del Consejo Directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) manifestó que durante los sismos de los días siete y 19 de septiembre pasados, 12 millones de niñas, niños y adolescentes se quedaron sin clases en diferentes estados del país que se vieron afectados por este desastre natural, sin que ello fuera suficientemente importante para una acción del Estado mexicano.

Mencionó que actualmente, en la Ciudad de México, en la delegación Cuauhtémoc, 200 niñas, niños y adolescentes viven en la calle después del sismo, sin que las autoridades hagan algo al respecto.

De acuerdo con un conteo que han hecho, existen otros 800 niños y niñas en distintos puntos de la ciudad que después del sismo “viven en terribles condiciones”, dijo la también presidenta del Consejo Directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Durante la emergencia, la niñez y la adolescencia fueron invisibles ante los ojos de las autoridades, todo se redujo a varillas y cemento, es decir, a hablar de la reconstrucción de aulas, sin embargo, no se atendieron las necesidades básicas de esta parte de la población.