La administración de Alejandro Moreno recibió casi 2,000 millones de pesos en 2017 de subsidios del Ramo 23, que es considerado por organizaciones civiles y empresariales con “inspiración político-electoral” y que se utiliza como “instrumento de control político”.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 15 de marzo del 2018.- En el 2017, el año previo a la elección presidencial de este año, el priísta Alejandro Moreno Cárdenas recibió de su compañero de partido, Enrique Peña Nieto, mil 992 millones de pesos en subsidios del Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas, cuyo gasto es considerado por organizaciones civiles y empresariales con “inspiración político-electoral” y
No obstante estos recursos cercanos a los dos mil millones de pesos, Moreno Cárdenas optó por endeudar más al estado campechano, con mil 606 millones de pesos, a través de dos créditos con BBVA Bancomer y Banco Santander, a un plazo de 20 años, para construir el nuevo Puente de la Unidad y cuatro “megaobras” en la capital y Ciudad del Carmen.
Si se compara el monto de los recursos con los recibidos del Ramo 23 en el 2011, el año previo a la elección presidencial del 2012, cuando Campeche sólo recibió 106 millones del Ramo 23, el incremento es supermayúsculo, de mil 779 por ciento, pero en aquella ocasión, el gobierno federal estaba en manos del panista Felipe Calderón Hinojosa.
La Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó a Pagina 66 que en el ejercicio fiscal del año pasado, entregó a la entidad campechana mil 992 millones 337 mil 815.10 pesos en los diferentes programas presupuestarios del Ramo 23.
Además de los mil 539 millones 928 mil 450.38 pesos del Fondo de Fortalecimiento Financiero (Fortafin), la SHCP aportó 312 millones 706 mil 96 pesos del Fondo para Entidades Federativas y Municipios Productores de Hidrocarburos; 75 millones 115 mil 452.09, del Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal; y 41 millones 335 mil 47.83, de Proyectos de Desarrollo Regional.
También entregó 14 millones 274 mil 50 pesos, del Fondo para Fronteras; siete millones 64 mil 88.76, del Fondo para la Accesibilidad en el Transporte Público para las Personas con Discapacidad; un millón 120 mil, de Provisión para la Armonización Contable; 640 mil 321.04, del Fondo de Apoyo a Migrantes, y 154 mil 309 pesos, del Apoyo a Municipios para Obras de Infraestructura y Seguridad de los Museos, Monumentos y Zonas Arqueológicas (Derecho a Museos).
El estudio de México Evalúa
Al presentar el estudio Arquitectura del Ramo 23 de México Evalúa, especialistas coincidieron en la necesidad de terminar con la discrecionalidad del gasto público, principalmente en lo referente al Ramo 23 “Provisiones salariales y económicas”, y en cambio, promover una toma de decisión más objetiva y democrática.
En este documento, la organización civil analizó las transferencias de recursos públicos del Ramo 23, observando específicamente tres programas de subsidios: Fondo para el Fortalecimiento Financiero (Fortafin), Programas Regionales, y Contingencias Económicas.
“La forma en la que opera el Ramo 23 no es un accidente; estamos ante una arquitectura institucional que ya está excedida, pues está permitiendo una toma de decisión sin garantía de objetividad, y que deriva en una mala calidad de gasto”, advirtió.
Destacó que los datos de estas transferencias en las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto reflejan patrones específicos que se agrupan bajo dos escenarios: años regulares sin elección federal y años previos a la elección presidencial.
En distintos momentos, se observa que los cambios en los montos transferidos coinciden con afinidades políticas, o en su caso, con negociaciones en momentos clave, como lo han sido las reformas estructurales.
“Se trata de una bolsa millonaria de recursos, cuya asignación queda a criterio exclusivo de la SHCP; sin reglas de operación, sin diseño, ni normatividad, esta Secretaría decide a quién otorgarle recursos, por qué, cuánto y cuándo”, enfatizó.
Subrayó que al transferir recursos a estados y municipios, a través de fondos que no obedecen a un objetivo de política pública, estos no están orientados a la obtención de resultados y son susceptibles de usarse políticamente.
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Calderón y Peña usan políticamente entrega de subsidios a estados
