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14 marzo, 2023 Comentarios desactivados en Exhortan a delfinarios a crear santuarios para rehabilitar mamíferos marinos Ciudadania

Exhortan a delfinarios a crear santuarios para rehabilitar mamíferos marinos

Empty The Tanks México y Marea Azul señalan que los delfines y lobos marinos en cautiverio merecen ser rehabilitados y reintegrados a espacios naturales, y se pronuncian por darles una vida digna fuera de los tanques de concreto. “Son seres sintientes y conscientes de sí mismos”, puntualizan. FOTO Cortesía de Giacomo Rossi.

COZUMEL, Q.Roo. 14 de marzo del 2023.- Las organizaciones Empty The Tanks México y Marea Azul, que impulsan una iniciativa de ley para crear un nuevo santuario de rehabilitación y reintegración de mamíferos marinos, exhortaron a las empresas que los mantienen en cautiverio, a dar el primer paso, a cambiar de modelo de negocio, de la explotación y entretenimiento a la rehabilitación y reintegración, para permitir a los delfines tener una vida digna fuera de los tanques.

Las agrupaciones ambientalistas señalaron que los delfinarios en México y el mundo se han definido como centros de entretenimiento, donde se normaliza el abuso con el confinamiento de mamíferos marinos que, por su naturaleza, nadan miles de kilómetros, migran, socializan y crean lazos sociales complejos.

“Estas habilidades, así como la ecolocalización que se lleva a cabo para navegar y localizar a sus presas en la naturaleza, se privan en cautiverio. En cautiverio, se limita a los delfines en tanques de concreto donde el sonido rebota y causa cacofonía, es decir, eco en el ambiente, lo cual es estresante a los delfines y lobos marinos, al vivir en un ambiente artificial con sonidos de silbatos, música a todo volumen, gritos de humanos y aplausos, tal como un circo, pero fijo, no itinerante”, expresaron.

“Los delfines y lobos marinos en cautiverio son condicionados por el alimento, es decir, reciben una orden para un truco y solo así reciben su comida. ¿Este trato es justo y ético?”, cuestionaron.

Dieron a conocer que Dolphin Project ha demostrado que sí es posible rescatar, rehabilitar delfines que estuvieron en cautiverio para ser reintegrados al mar, a través de un programa de rehabilitación. Esto tuvo lugar en Indonesia, en el Centro de Rehabilitación, Liberación y Retiro Umah Lumba, en la Bahía de Banyuwedang, en el oeste de Bali, que es la primera y única instalación permanente de rehabilitación, liberación y retiro de delfines para delfines que anteriormente actuaban.

“En septiembre de 2019, el Departamento Forestal de BKSDA Bali y el Ministerio Forestal iniciaron la idea, trabajando con los socios locales, Jakarta Animal Aid Network, para proporcionar la mano de obra, y Dolphin Project, para proporcionar el apoyo financiero y la supervisión, se construyó el Centro Umah Lumba (que significa “casa de los delfines” en balinés). La instalación está diseñada para estabilizar delfines confiscados recientemente de instalaciones en cautiverio, o delfines varados o heridos, devolverlos a la salud y evaluar si son candidatos para readaptación y liberación”, precisaron.

Empty The Tanks México y Marea Azul afirmaron que los delfines son seres conscientes de su entorno, de su familia y de su propio ser, y al reconocerse como un individuo con razonamiento, es lógico que las condiciones del cautiverio sean antinaturales, injustas e impropias para su naturaleza sea un delfín silvestre o en cautiverio.

“Se reconoce su inteligencia no solo por el tamaño de su cerebro, también por el complejo modo de comunicarse entre ellos para desarrollar especializadas técnicas de caza en equipo, es por eso que los delfines se distinguen de otros mamíferos marinos, por su gran capacidad de aprendizaje”, indicaron.

“Culturalmente, se reconoce la similitud de los cetáceos con los humanos, que los biólogos clasifican como mamíferos placentados, los maoríes conciben a los cetáceos como parientes sagrados y los Nahuas antiguos pensaban que los cetáceos y otros mamíferos marinos eran humanos transformados en el cataclismo del sol de agua”, citaron.

“Por los anteriores fundamentos y concepciones culturales es bastante superfluo pensar o justificar el cautiverio de mamíferos marinos para entretenimiento humano, poniendo en riesgo su bienestar físico, mental, emocional y social”, apuntaron.

Mencionaron también que sus relaciones sociales son tan complejas que los mamíferos marinos, en especial los delfines, eligen la pareja para reproducirse de forma natural, lo que en cautiverio es un acto de violación y masturbación al macho, al obtener semen de forma forzada e introducirlo a las hembras por métodos antinaturales invasivos y agresivos que violan su integridad física y emocional, por lo que más de un 80 por ciento de los casos de reproducción en cautiverio terminan en abortos o muertes por asfixia por la propia madre, al tener una cría en condiciones de aislamiento y condicionamiento de comida, en espacios sumamente reducidos, sin ningún estimulo natural, ni de lazos familiares con su verdadera familia, como sería en vida libre”, asentaron.

Circos llamados delfinarios: Abuso y distorsión del respeto animal

Las organizaciones defensoras de los derechos animales manifestaron que los comportamientos naturales aprendidos en su hábitat natural, como las técnicas de caza, los lazos familiares y la comunicación, transmisión de enseñanzas y cultura en la especie se ven distorsionados y reprimidos en el confinamiento, un ejemplo es la separación de crías y madres con fines de lucro y entretenimiento.

“Los mamíferos marinos son altamente sensibles, inteligentes, y conscientes de su entorno, sienten el duelo y la separación de sus crías, al ser obligados a realizar trucos por comida, muchos casos en cautiverio de delfines y lobos marinos tienden a tener etapas de depresión, agresión y suicidio. Se ha documentado que las crías permanecen con su madre de tres a cuatro años hasta la siguiente cría, cuando ésta aprende a comer por sí misma, a comunicarse e interactuar puede elegir su propio grupo social”, explicaron.

“Por estos motivos, los delfinarios en México no aseguran el bienestar físico, emocional y social de los mamíferos marinos en cautiverio, entre otros factores dañinos provocados por las precarias  instalaciones, por ejemplo: La exposición solar intensa, la falta de profundidad de las albercas, falta de estímulos naturales, piscinas y corrales muy reducidos, contacto con productos químicos, proliferación de bacterias y algas producidas por las heces fecales de delfines e interacción con humanos, siendo este un riesgo potencial a la salud humana y viceversa”, advirtieron.

Recordaron que la regulación de las empresas que se dedican a medrar económicamente con los mamíferos marinos, se dio después de más de 30 años, apenas en 2004 surgió la primera y única norma hasta ahora, la Norma Oficial Mexicana NOM-135SEMARNAT-2004, para la regulación de la captura para investigación, transporte, exhibición, manejo y manutención de mamíferos marinos en cautiverio, publicada en el Diario Oficial de la Federación.

“El 10 de enero del 2002, se prohibió la captura de ejemplares de mamíferos marinos, la importación de otros países se prohibió en 2006 y el ultimo cambio fue la prohibición de espectáculos itinerantes con mamíferos marinos en el 2015”, agregaron.

Sin embargo, aseguraron que anteriormente ya estaba consolidada esta cruel industria en circos itinerantes, con capturas violentas en aguas mexicanas, sin ninguna regulación y/o vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Muchos de los ejemplares que capturaban morían durante el transporte, así como por diversas causas, tales como paros cardiacos, estrés crónico, fracturas, neumonía, choque hipovolémico y septicemia, que hasta ahora siguen siendo las principales causas de muertes, aun con la prohibición de espectáculos itinerantes en el año 2015, el manejo intensivo en delfinarios es una práctica que no asegura el bienestar animal y con potencial riesgo de salud para humanos y especies silvestres”, comentaron.

Expusieron que desde el punto de vista legal, es necesario restituir la normatividad para crear áreas de refugio y santuarios de mamíferos marinos, donde los delfines puedan de forma verdadera acudir y no ser molestados, además de atender casos de varamientos, y se pueda asegurar que los ejemplares provenientes del océano van a regresar a su hábitat natural después de ser rehabilitados y no entrenados para fines de comerciales”, abundaron.

“Los delfinarios no están diseñados para albergar mamíferos marinos en condiciones mínimas de bienestar animal, sino para dar comodidad a los usuarios y personas encargadas de su cuidado. En particular, los estanques de concreto tienen dimensiones y características que favorecen al estrés y estereotipias, ya que son albercas de concreto de muy pequeñas dimensiones con formas geométricas regulares”, puntualizaron.

Riesgos a la salud y sin evidencia científica en terapias

Empty The Tanks y Marea Azul subrayaron que “actualmente, estas especies son utilizadas para dos fines principales: el primero de ellos es la asistencia en terapias que afirman generar beneficios en personas, principalmente niños con necesidades especiales, como autismo, síndrome de Down y parálisis cerebral, y diversos tipos de trastornos, tales como déficit de atención, del lenguaje, del aprendizaje, de ansiedad, del estado de ánimo, entre otros, terapias que consisten en la interacción de un delfín con el paciente, ya que se cree que con la emisión de ondas ultrasónicas, se estimulan diferentes áreas de atención, sensopercepción, psicomotricidad, lenguaje y diversas habilidades cognitivas”.

“De los supuestos beneficios, no existen evidencias científicas de mejorías en la salud de los pacientes de dichas terapias. Por el contrario, según un informe obtenido de ACCOBAMS (Acuerdo de Mónaco para la Conservación de Cetáceos en el Mar Negro, Mar Mediterráneo y Área Atlántica adyacente), señala que no existe evidencia científica de que la terapia asistida con delfines”, añadieron.

“Al respecto, se llevó a cabo una solicitud de información, a través de la cual se cuestionó a las autoridades de salud en nuestro país, sobre la veracidad de los supuestos beneficios aportados por la comúnmente conocida “delfinoterapia”, a lo que la Secretaría de Salud, a través de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y Servicios de Atención Psiquiátrica, refirió mediante oficio número SAP/DGS/2200/2016, que no se realiza la terapia asistida con delfines, ya que no es una terapia reconocida dentro de las guías de práctica clínica avaladas por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec)”, revelaron.

“Con ello se respalda que no existe evidencia científica que avale la práctica de dichas actividades, bajo el pretexto de ser una alternativa de “tratamiento” a diversos padecimientos de la salud”, confirmaron.

Alertaron que “este tipo de interacción representan un riesgo potencial en la transmisión de enfermedades zoonóticas entre humanos y animales, por ejemplo, un tipo de Covid fue identificado el 2016 en Tursiops truncatus (delfín nariz de botella), pues si se restringe el contacto físico entre humanos, es lógico y pertinente que el contacto con vida silvestre sea restringido, ya que se han comprobado casos de transmisión de enfermedades contagiosas de delfines a humanos y viceversa”.

“Dichas actividades representan daños a la integridad física de los delfines y la salud humana; respecto al daño a las especies, nadar con personas los pone en riesgo de tragar objetos que caen en los estanques; asimismo, por el contacto humano, se generan molestias deliberadas o involuntarias, debido a que los participantes tiran de sus aletas, los persiguen, les tocan los ojos y los orificios de respiración, provocándoles lesiones visibles y, en ocasiones, graves”, insistieron.

“No se puede dejar de mencionar el entrenamiento al que son sometidos, todos los trucos consistentes en saltar atravesando un aro, girar en su propio eje, mover la cabeza reiteradamente y en general todas aquellas actividades que los convierte en bufones y seres ridiculizados pretendiendo humanizarlos o domesticarlos, implican además de un esfuerzo, un daño físico ya que descansan y ejecutan ciertas actividades apoyando su vientre sobre una superficie dura, lo que con el tiempo puede llegar a dañar sus órganos internos; o bien, las condiciones del llamado “condicionamiento operante” (entrenamiento) que no es más que el aprendizaje a base de la privación de alimento”, significaron.

“Prácticas como éstas provocan que un porcentaje importante de mamíferos marinos, especialmente delfines, mueran a edad prematura; siendo las enfermedades, el envenenamiento por cloro, medicamentos y el estrés al que son sometidos, las principales razones que los llevan a la muerte”, reiteraron.

Comportamiento en vida libre y en cautiverio

Las agrupaciones ecologistas sostuvieron que “en libertad, los delfines nadan al día entre 95 y 160 kilómetros, pasan el 80 por ciento de su tiempo bajo el agua a profundidad, lo contrario en cautiverio, donde pasan el 80 por ciento de su tiempo en la superficie, flotando inmóviles y rogando por comida”.

“Los delfines son animales depredadores que se alimentan de distintas especies de peces, según la población, sin embargo, en cautiverio se les alimenta de peces muertos, que al ser congelados pierden nutrientes y agua, así que a menudo los delfines en cautiverio se encuentran deshidratados y necesitan suplementos de vitaminas, lo cual se hace a través de suministro de bloques de gelatina para hidratarles o se les hidrata introduciendo un tubo directamente al estómago, provocándose fuertes dolores, úlceras gastrointestinales y hemorragias internas.

“Se ha comprobado mediante la observación de delfines y orcas en vida libre que mantienen estrechos lazos familiares y eligen sus grupos sociales. Debido a sus relaciones sociales cuando tienen un aborto o muerte de sus crías, se ha comparado que el proceso de duelo es similar al de los seres humanos.

“La música a altos volúmenes y otros ruidos repetitivos provenientes de las bombas de agua y los filtros son de las principales fuentes de daño a estas especies que dependen en gran parte de sus sentidos auditivos para reconocer el mundo que les rodea.

“Mientras los humanos suelen orientarse por el sentido de visión para sus tareas diarias, los delfines las realizan por medio del sonido, considerado su principal instinto sensorial. Eso se debe al hecho de que, en el medio subacuático, la visión se limita a unas pocas decenas de metros, sin embargo, el paso que los sonidos se puede percibir a kilómetros de distancia.

“Aunque los responsables por delfinarios y acuarios a menudo afirmen que a los mamíferos marinos no les molesta el ruido en el aire (por ejemplo, el producido por el público, locutor, altavoces, entrenadores y otros), hay que considerar que la mayoría de los mamíferos marinos en cautiverio, incluidos los cetáceos, están con la cabeza fuera del agua la mayor parte del tiempo.

“Los delfines nariz de botella (Tursiops truncatus), por ejemplo, pasan por lo menos 25 por ciento de su tiempo con sus cabezas fuera del agua, alerta a las órdenes y la entrega de alimentos de sus entrenadores, por lo que los niveles de ruido en el aire impactan severamente a los mamíferos marinos en cautiverio. En hábitats cautivos, además de todos los ruidos antropogénicos existentes, hay que considerar que los sistemas de agua circulante producen intensos niveles de ruido de fondo debido a bombas y motores, lo que afecta a estos animales continuamente.

“El manejo de mamíferos marinos en cautiverio presenta insuperables problemas en cuanto al tamaño del hábitat y la provisión de instalaciones acústicamente adecuadas. La arquitectura de la piscina, la elección del material estructural y el tipo de fondo influencian el nivel de ruido ambiental local, y las restricciones físicas resultan que los animales estén sometidos continuamente a efectos acústicos desagradables resultantes de su propia vocalización, semejante a cacofonía, y algunas otras a ausencia total de sonido ambiente, un “desierto acústico”, situaciones jamás disfrutadas por estos animales en la naturaleza.

“Debido a este estrés crónico, la depresión psicológica y otros factores, los mamíferos marinos, y en particular los delfines, en cautiverio se encuentran inmunosuprimidos, más propensos a sufrir enfermedades y menos capaces de luchar contra las infecciones. Por esta razón y por los diversos problemas de salud que pueden sufrir, se requiere medicarlos rutinariamente causándoles úlceras y vómito.

“Una de las causas más graves y evidentes del maltrato animal que sufren los delfines en cautiverio, son las fracturas axiales y mandibulares, provocadas por ser forzados a empujar personas con sus rostros durante varias sesiones al día”.

Las propuestas de la iniciativa de ley

Empty The Tanks y Marea Azul informaron que en México, existen 46 predios registrados con la autorización para albergar mamíferos marinos, de los cuales 31 permanecen activos y de estos, 19 se encuentran en el estado de Quintana Roo.

“Es tiempo crear Santuarios, en espacios naturales donde mamíferos marinos puedan rehabilitarse y reintegrarse al océano. Este planteamiento ha sido rechazado e incluso criticado por delfinarios, ya que pone en riesgo sus intereses económicos, pero la Ley General de Vida Silvestre establece en el artículo 38 la creación de Centros de Investigación para Mamíferos Marinos para su rehabilitación, reintegración y verdadera conservación, que su fin principal sea la investigación de las especies y cómo pueden ser rehabilitados para volver a recordar y despertar sus instintos naturales de caza, comunicación y sociabilización con su especie y familias de donde fueron  capturados.

“Las áreas de santuario y amortiguamiento permiten un mejor nivel de bienestar para los animales en cautiverio. Construir una sociedad más incluyente, junto con el desarrollo comunitario ecoturístico para preservar la biodiversidad y sus ecosistemas, es una de las urgentes soluciones ante este cambio de paradigmas y situación de pandemia en el planeta que nos lleva a la conciencia como seres humanos y a la empatía con nuestros semejantes, los mamíferos marinos y terrestres.

“Se requiere un cambio de modelo urgente en favor de los mamíferos marinos que sufren en cautiverio, ya que están aislados, en espacios reducidos y con ambientes artificiales y contaminados sometidos al contacto forzado físico con humanos y actividades que los ponen en riesgo y lesiones, tales como fracturas axiales por cargar humanos. Asimismo, refiere que las razones de muerte registradas van desde la muerte instantánea debido al choque del transporte, hasta úlceras gástricas y fallo cardiaco, agua en los pulmones, obstrucción estomacal, neumonía, peritonitis y endocarditis.

“Se han cometido violaciones a la ley, negligencia por abusos denunciados ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de empresas con delfines, como Dolphin Discovery, por poner en riesgo la salud y bienestar de los ejemplares por las condiciones insalubres, el aislamiento y la separación inadecuada de madres con cría en espacios reducidos, además de agresiones violentas entre ejemplares en piscinas de hoteles.

“En respuesta a estas denuncias, se ha beneficiado erróneamente a estas empresas, poniendo un bloqueo a la información que debería ser pública siendo recursos naturales de la nación, firmando un Acuerdo de Confidencialidad por Secreto Industrial y Comercial de su manejo intensivo con mamíferos marinos, lo cual es anticonstitucional.

“Dado que son los mamíferos marinos recursos, este tipo de establecimientos comerciales bajo el nombre de UMA (Unidad de Manejo Animal)  o PIMVS (Predios Intensivos de Manejo de Vida Silvestre) que su principal función debería ser la conservación y el bienestar animal, además de aportar conocimientos y divulgación de ciencia lo cual es nulo e inexistente para estos negocios, como son los delfinarios, debido a que su principal actividad no es la conservación marina, ni de los hábitats, si no la explotación comercial de la especie para fines de entretenimiento.

“Por todas las razones y justificaciones antes mencionadas, proponemos mediante esta Iniciativa al Senado de la Republica y al Congreso de la Unión que se apruebe la prohibición para reproducción y uso de mamíferos marinos para entretenimiento y la prohibición de actividades forzadas con contacto humano, así como la regulación de los predios que no cumplan con lo establecido en la presente Iniciativa de Ley”, concluyeron las organizaciones ambientalistas.

Para más información y conocer nuestra propuesta de Iniciativa de Ley impulsada en el Senado de la Republica por la Senadora Verónica Delgadillo y la Senadora Rocío Abreu, consulta este link:

https://www.senado.gob.mx/65/gaceta_del_senado/documento/131376

CONTACTO

Selene Tejeda

[email protected]

 

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