El presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, rinde su segundo informe de labores y señala que “en este país, no habrá justicia, mientras los más olvidados no tengan defensa de calidad y sus vidas sean desechables para la maquinaria de procuración e impartición de justicia”.
Por Daniel Sánchez
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de diciembre del 2020.- El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, señaló que en México, “no habrá justicia, mientras las cárceles sigan repletas de personas pobreza, a quienes se les fabrican delitos” y afirmó que “es imprescindible reconstruir la confianza de la ciudadanía en sus jueces”.
“En este país, no habrá justicia, mientras los más olvidados no tengan una defensa de calidad; no habrá justicia, mientras sus vidas sean desechables para la maquinaria de procuración e impartición de justicia. Por todas esas personas, por el respeto irrestricto a sus derechos humanos, por el respeto a las garantías del debido proceso, es que trabajamos todos los días”, puntualizó.
Al rendir su segundo informe anual de labores, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la SCJN expuso que por cuanto a las acciones tendientes a facilitar el acceso a la justicia de todas las personas, durante el periodo, se redoblaron esfuerzos para asegurar que quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad puedan obtener una justicia de calidad, en condiciones de igualdad.
En este rubro, es de destacarse la consolidación del Instituto Federal de Defensoría Pública, como un referente a nivel nacional en la protección de los derechos humanos de las personas más desprotegidas.
Ante los Plenos del Poder Judicial de la Federación, el ministro Zaldívar enfatizó que para que los esfuerzos del Poder Judicial por una justicia más cercana puedan rendir frutos, es imprescindible reconstruir la confianza de la ciudadanía en sus jueces.
Por ello, apuntó, una de las estrategias centrales de su administración ha sido el combate a la corrupción y al nepotismo, bajo una política de cero tolerancia.
En este ámbito, citó la implementación del plan integral de combate al nepotismo, el fortalecimiento de la escuela y la carrera judiciales, así como la creación de un padrón de relaciones familiares y el nuevo buzón de quejas y denuncias del Consejo de la Judicatura.
Expuso que eliminar la brecha de género dentro del Poder Judicial y consolidar la igualdad sustantiva en favor de las mujeres es fundamental para transformar la realidad de la justicia federal y de nuestro país, por lo que en 2020, se dieron pasos decisivos para alcanzar la igualdad y paridad de género al interior del Poder Judicial.
“Se impulsó una política integral que comprende tres líneas de acción: conciliación personal, familiar y laboral; juzgar y defender con perspectiva de género, y consolidar una cultura libre de violencia de género”, aseveró.
“No descansaremos hasta saldar la deuda histórica que tenemos con las mujeres; hasta que tengan la participación y el poder que les corresponde en la sociedad, libres de prejuicios, de estereotipos y de violencia”, recalcó.
El titular del Poder Judicial de la Federación expresó que este poder refrendó este año su compromiso con una justicia moderna y profesional, pero también más humana y cercana a la gente, lo que implicó un esfuerzo institucional sin precedentes para enfrentar la emergencia sanitaria, sin descuidar un solo día los servicios de justicia.
Destacó los grandes rubros en los que se está trabajando para lograr la transformación del Poder Judicial de la Federación, como son: la consolidación de la justicia digital, la defensa y empoderamiento de los grupos más vulnerables de la sociedad, el combate implacable contra la corrupción y el nepotismo, la igualdad de género y la equidad, la formación de los cuadros jurisdiccionales, la implementación del nuevo modelo de justicia laboral y el impulso a una reforma judicial, respetuosa de la independencia judicial y de la división de Poderes.
En ese contexto, el ministro presidente expuso que durante la pandemia, la justicia federal nunca se detuvo, sino que se transformó.
Para ello, indicó, el pleno y las Salas funcionaron de manera remota, sin interrupciones, desde el mes de abril; se estableció la posibilidad de tramitar en forma remota todos los asuntos competencia del Poder Judicial, lo que implicó la consolidación de la justicia digital; y se reactivó la la tramitación presencial de los expedientes, con todas las medidas sanitarias necesarias para la protección de la salud del personal y del público usuario.
Informó que la justicia digital ha sido uno de los compromisos de su administración, que se consolidó este año gracias al trabajo de cientos de profesionales.
Así, resaltó, todos los asuntos que resuelven los tribunales federales pueden promoverse en línea desde cualquier dispositivo móvil. Para ello, se han expedido más de 25 mil firmas electrónicas, que han dado lugar a cientos de miles de demandas, promociones y notificaciones.
Para fortalecer los procesos de formación y selección de todas y todos los funcionarios judiciales y generar un nuevo perfil judicial, de manera que sólo las personas más preparadas y con vocación de servicio se integren a los órganos jurisdiccionales, aseguró que este año se emitió una reglamentación que fortalece la carrera judicial como vía de acceso y ascenso dentro del Poder Judicial y que reconfigura el papel de la Escuela Judicial como parte de ese proceso.
En el ámbito de presupuesto, informó que, durante el ejercicio de 2020, la gestión administrativa generó importantes ahorros y economías.
De esta manera, agregó, entre otros aspectos, en el Consejo de la Judicatura, se racionalizó el gasto de operación, se contuvo el crecimiento de las estructuras ocupacionales en áreas administrativas, y se simplificaron y automatizaron procesos, todo lo cual permitió generar ahorros por más de 700 millones de pesos.
A continuación, expresó que uno de los grandes retos que enfrentó este año el Poder Judicial de la Federación fue la implementación del nuevo sistema de justicia laboral, lo que marcó la transición a un modelo de resolución de disputas laborales en sede jurisdiccional, en el que, por primera vez, jueces y juezas independientes e imparciales serán los encargados de resolver.
En lo que se refiere a la reforma del Poder Judicial, destacó que se trata de la más importante desde 1994, cuyos ejes rectores fueron, ante todo, la autonomía e independencia judicial, así como la consolidación de una justicia de calidad, eficiente y cercana a la gente.
Se trata, dijo, de una reforma que robustece a la Suprema Corte como Tribunal Constitucional, para que se materialicen los postulados de la Norma Fundamental; que consolida el sistema de carrera judicial, para que los cargos se obtengan por méritos, no por parentescos o influyentismo; que fortalece el servicio de defensoría pública, para contar con verdaderos abogados del pueblo a todo lo largo y ancho del territorio; y que proporciona mayores herramientas al Consejo de la Judicatura Federal para combatir la corrupción y el nepotismo.
Agregó que el día de hoy, tenemos una justicia federal con un rostro distinto. Una justicia digital, una justicia en la que se hace más con menos, una justicia que tiende la mano a las personas más vulnerables, una justicia comprometida con una nueva forma de pensar y razonar el derecho, una justicia que avanza hacia la igualdad y paridad de género.
En ese sentido, concluyó: “Estamos demostrando con hechos y no con discursos; con acciones y no con palabras; con resultados y no con promesas, nuestro compromiso con una renovación de la justicia federal. No nos detuvo la pandemia. No nos han detenido las resistencias. Seguiremos adelante, trabajando sin descanso para consolidar los cambios ya logrados; para alcanzar una justicia cercana, real, sustantiva y tangible, con el único propósito de servir mejor al pueblo de México”.