La titular de Profepa participa en Conferencia regional sobre comercio ilegal de vida silvestre, enfocada al felino más grande de América, que es una víctima más, y hace una autocrítica, al decir que en algunos lugares, los delitos ambientales no son considerados graves, como en México.
LIMA, Perú, 5 de octubre del 2019.- El felino más grande de América es una víctima más del tráfico ilegal, fue la conclusión a la que llegaron los representantes de los gobiernos y organizaciones reunidos en la Primera Conferencia Regional de Alto Nivel de las Américas sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre en Lima, Perú.
En el segundo día de este encuentro, los especialistas y responsables del medio ambiente en sus respectivos países debatieron sobre la intensificación en el tráfico ilegal de este felino en los últimos años, incluso colocándolo en riesgo de extinción en algunas poblaciones de América Latina.
Durante la plenaria titulada: “El comercio ilegal del jaguar”, Blanca Alicia Mendoza Vera, procuradora federal de Protección al Ambiente, habló de la urgencia de considerar al tráfico ilegal del jaguar como un delito grave.
Al respecto, recordó que en algunos lugares, los delitos ambientales no son considerados graves, porque no existe una conciencia firme respecto al cuidado del ambiente y su importancia, específicamente con la vida silvestre.
En el caso del jaguar, dijo, esta especie está fuertemente amenazada por la afectación y fragmentación de su hábitat, y propuso actualizar los estudios poblacionales para conocer su situación actual en el territorio nacional.
También es importante apoyar a las poblaciones rurales para mejorar prácticas de manejo de vida silvestre y evitar su descontrol, expresó, al tiempo que pidió evitar el cambio de uso de suelo y otras prácticas que atenten contra el hábitat disponible del felino.
Para finalizar, consideró que deben implementarse acciones de coordinación y contacto entre las distintas instancias encargadas de la aplicación de la ley ambiental en el ámbito administrativo y penal, insistió también en que la conservación del jaguar es un problema multifactorial, por lo que es necesaria la cooperación internacional para dar seguimiento regional al tráfico ilícito de esta especie.
En la sesión plenaria, participaron también integrantes del World Wide Fund (WWF) en México y la World Wide Conservation Society, además de representantes de Perú, Costa Rica y Bolivia.
Los representantes de esta reunión coincidieron en concebir al jaguar como especie emblemática de las Américas, por su importancia en el mantenimiento de los paisajes naturales y la funcionalidad de los ecosistemas.