Plantean ampliar el catálogo de áreas naturales protegidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y considerar riqueza acuática y cultural a las cuevas de la Península de Yucatán. FOTO: SAS-INAH.
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de septiembre del 2020 (Notilegis).- La diputada federal, Claudia Pastor Badilla, planteó una reforma para ampliar el catálogo de áreas naturales protegidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y considerar riqueza acuática y cultural a las cuevas naturales sumergidas en la Península de Yucatán.
En un comunicado, la legisladora informó que mediante una iniciativa de ley, propuso modificar cinco artículos de la máxima norma de derecho ambiental en el país: el objetivo es dar reconocimiento jurídico a las cuevas sumergidas, que constituyen uno de los hábitats más particulares dentro de los ecosistemas marinos costeros.
“Pese a la gran riqueza de biodiversidad, antropológica y arqueológica que suponen las cuevas naturales sumergidas en la Península de Yucatán, lo cierto es que, a la fecha, no está prevista ninguna disposición legal que las provea de mecanismos de protección necesarios para asegurar su conservación”, alertó.
Recientes hallazgos confirman la existencia de una vasta red de conexiones subterráneas y submarinas que conforman las cuevas y cenotes en la Península de Yucatán; las exploraciones han mostrado diversos ecosistemas sumergidos en el agua, y han arrojado vestigios arqueológicos.
El más cercano, el primero de agosto pasado, dio a conocer el descubrimiento de cinco cenotes profundos, ubicados a poco más de 22 kilómetros de la costa del estado de Quintana Roo, entre las turísticas Isla Mujeres e Isla Contoy.
“Por el momento, la complejidad de su exploración ha evitado que el ambiente original se vea alterado de forma significativa, pues para adentrarse en las cuevas se requieren técnicas de buceo especializadas en arqueología subacuática; sin embargo, no dejan de ser sitios vulnerables”, indicó.
Consideró necesario prestar mayor cuidado a dichos sitios, a fin de evitar sufran daños irreversibles por contaminación, uso inadecuado de sus recursos, o actividades humanas, como el turismo invasivo, que alteran el propio ecosistema.
En la Península de Yucatán, existen diversas cuevas naturales sumergidas, por ejemplo, Papakal, y el sistema Ox Bel Ha, localizado en Tulum, Quintana Roo.
La región, además de poseer una belleza natural única en el mundo, tiene uno de los acuíferos más grandes y complejos a nivel mundial; es un medio conector de ecosistemas delicados, una fuente vital para la gente de la zona y un preservador y contenedor de material arqueológico y paleontológico.