El presidente de México señala que su administración está haciendo “un gran esfuerzo” para respetar todos los compromisos económicos y financieros, pero recalca que debió cuidarse en el pasado el endeudamiento sin control de Fox, Calderón y Peña.
Por Daniel Sánchez
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de agosto del 2019.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que su administración está haciendo “un gran esfuerzo, por eso la austeridad, por eso cero corrupción, para no seguir aumentando la deuda” pública nacional.
“Acerca de lo de la deuda pública y del servicio de la deuda, los intereses que se están pagando, nosotros vamos a cumplir con el pago de los servicios, porque tenemos que cumplir con todos los compromisos internacionales, con los compromisos que ha contraído el gobierno o los gobiernos anteriores, es un asunto de respeto a los acuerdos, respeto a la legalidad, a hacer valer el Estado de Derecho”, expresó.
“Lo que estamos llevando a cabo es la búsqueda de acuerdos con la voluntad de las partes, es decir, si existe voluntad, en este caso financieros, y si nosotros hacemos una propuesta de reestructuración que nos signifique disminuir el costo de la deuda o de una parte de la deuda, eso sí se lleva a cabo; constantemente, acabamos de hacer un acuerdo en donde se amplía el plazo para el uso de un fondo revolvente y bajó la tasa, eso lo hace la Secretaría de Hacienda constantemente”, indicó.
“Pero no hay la intención de hacer ninguna modificación legal o tomar decisiones unilaterales, vamos a respetar todos los compromisos económicos y financieros”, puntualizó.
En la conferencia matutina, López Obrador dijo que “hay cosas que debieron cuidarse en el pasado, no endeudar tanto al país como se hizo, porque -lo he comentado-, con Fox la deuda era de 1.7 billones, Calderón la dejó en 5.2 billones, creció más de 200 por ciento y tuvieron recursos, porque en el sexenio de Calderón fue cuando más dinero llegó por venta de petróleo, porque estaban los precios del petróleo altos, llegaron a estar hasta en 100 dólares el barril”.
“Nunca en la historia en un sexenio se había recibido tanto dinero por la venta de petróleo al extranjero; y al mismo tiempo, la deuda creció más de 200 por ciento”, criticó
“Y con el presidente Peña, aumentó también en términos nominales a 10 billones, estamos hablando de casi 45 por ciento del PIB, es lo que significa la deuda. Y el servicio de deuda, el pago de intereses de esa deuda nos representa, en efecto, un poco más de 600 mil millones de pesos al año”, apuntó.
Austeridad para no aumentar la deuda
Más tarde, el jefe del Ejecutivo federal participó en la clausura del Foro Estrategia Banorte, donde refrendó su convicción acerca de la austeridad.
“Más que administrativo, es un asunto de principios”, remarcó ante empresarios y banqueros.
Mencionó que la suma de ese elemento y el fin de la corrupción, permiten financiar el desarrollo del país, sin aumentar la deuda pública, los costos de los combustibles o crear impuestos nuevos.
Afirmó que erradicar la corrupción y el derroche significa un cambio de fondo.
Planteó cuatro acciones fundamentales para impulsar el desarrollo: fortalecimiento de la microeconomía, proyectos de desarrollo impulsados por el Estado para la construcción de obras de infraestructura, participación de la iniciativa privada y promoción de la inversión extranjera.
Destacó que en seis meses México ha recibido 18 mil millones de dólares del exterior, lo que representa un crecimiento de 1.5 por ciento con relación a lo que se obtuvo en el mismo periodo del año pasado. Además, aumentó el comercio exterior.
Aseguró que la consolidación de estas cuatro acciones, representan indicios de que se apruebe el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
Expuso que se encuentra a la espera de que pronto suceda ya que ello significará la llegada de más inversión, creación de empleos y crecimiento económico.
Recordó que los empresarios del país han hecho el compromiso de invertir 30 mil millones de dólares.
Asimismo, resaltó que la economía no cayó en recesión y hay distribución del ingreso.
“El progreso sin justicia es retroceso. Queremos la modernidad forjada desde abajo y para todos”, enfatizó.
Informó que en lo correspondiente a los apoyos para el bienestar, en las comunidades indígenas, ocho de cada diez familias reciben pensiones, becas y estímulos para la actividad productiva a fin de fortalecer la economía popular.
Comentó que si se rescata al campo, se generan empleos, si hay bienestar y se atiende a los jóvenes, “vamos a serenar al país. Viviremos bien, tendremos dimensión cívica y social”.
“Tenemos que darle la mano al que se quedó atrás para que se empareje y caminemos todos juntos”, concluyó.