La organización ambientalista presentó una solicitud ante la Semarnat, en la que señala que el desarrollo portuario en Nuevo Campechito contradice el Decreto y el Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna.

Por Daniel Sánchez

CIUDAD DEL CARMEN, Cam. 6 de abril del 2018.- La representante legal de la organización ambientalista Marea Azul, Lourdes Rodríguez Badillo, solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una consulta pública sobre el megaproyecto “Desarrollo portuario Nuevo Campechito”, que se asentaría al nororiente del Área de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, en clara contradicción al Decreto y el Programa de Manejo.

En un escrito dirigido a la encargada de despacho de la delegación de la Semarnat en Campeche, Dora Hilda Cano Castillo, con copia al director del área natural protegida, José Hernández Nava, Rodríguez Badillo presentó la solicitud en las oficinas de la dependencia federal en la Isla, con el asesoramiento de la organización Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

La activista hizo la petición fundamentada en el artículo 34 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y del artículo 40 y demás relativos del Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Evaluación de Impacto Ambiental (el Reglamento).

“Vengo en tiempo y forma legales a solicitar que se lleve a cabo una consulta pública en relación con la Manifestación de Impacto Ambiental, en su Modalidad Regional, con clave 04CA2018 I0003 del proyecto denominado “Desarrollo Portuario Nuevo Campechito”, presentado por Arturo Dorantes Garza el día 13 de febrero de 2018”, expresó.

“Asimismo, por no ser contrario a derecho y por tratarse de información pública, solicito se ponga a disposición el expediente de evaluación de impacto ambiental”, agregó.

“Por lo anterior, y una vez que se abra la Consulta Pública en referencia, solicito de la manera más atenta que se ponga a disposición del público la MIA-P para los efectos legales a que haya lugar”, puntualizó.

Lourdes Rodríguez mencionó que “la que la motivación de dicha petición, no va más allá que el ejercicio del derecho que nos concede la propia LGEEPA, en el enunciado de la fracción XII, de su artículo 15, referente a disfrutar de un ambiente sano para nuestro desarrollo, salud y bienestar”.

Manifestó que el proyecto “Desarrollo portuario Nuevo Campechito”, que se construiría en una superficie de 240.07 hectáreas, de las cuales 86.24 se ubican en el mar y 153.83 en tierra, dentro del polígono de “Laguna de Términos”, e implicaría el desmonte de al menos 30.5 hectáreas del ecosistema de manglar en tierra, el dragado y colocación de barreras artificiales en el área marina.

“Específicamente, la terminal remota y los muelles estarían ubicados en la zona de cuerpos de agua, donde está prohibido “modificar la topografía e hidrodinámica de la zona con la generación de bordos y/o barreras físicas de cualquier tipo”, y en la zona de manejo intensivo, en tierra, precisamente sobre una superficie cubierta con manglar, cuya eliminación está prohibida en el Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna”, expuso.

“Además, en el plan de manejo no se contempla la actividad portuaria como tal, como una de las actividades que se puedan realizar dentro del polígono de “Laguna de Términos” y en la zona de manejo intensivo donde se ubica el proyecto sólo se permite “la construcción de infraestructura vial”, además, en la actividad Vías de Comunicación, solo se hace referencia a la “pequeña infraestructura portuaria”, que este proyecto no lo es, por lo que la autoridad ambiental no tendría elementos para fundamentar una eventual autorización ambiental”, destacó.

Aseguró que el proyecto pondría en grave riesgo a dos de los hábitats críticos del área natural protegida y sitio Ramsar, como son el manglar y los pastos marinos y en consecuencia, la reproducción de múltiples especies costeras y marinas, como el camarón, la jaiba y el manatí, así como los sitios de anidación de especies de aves, como la cigüeña jabirú, que están en estatus de protección.

“El puerto petrolero contribuiría también a la creciente erosión de las costas de la Península de Atasta y significaría un riesgo latente de contaminación con materiales y sustancias utilizadas en la industria petrolera. Además, es claro que en el Programa de Manejo de “Laguna de Términos”, se pretende atajar el crecimiento de la actividad petrolera, no ampliar sus zonas de influencia, como se pretende con este proyecto”, advirtió.