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24 octubre, 2022 Comentarios desactivados en NO a la polarización: Pacto comunitario para resolver problemas en la Unacar Campeche

NO a la polarización: Pacto comunitario para resolver problemas en la Unacar

Las Universidades deben ser comunidades que aprenden, se cuidan, protegen y ven hacia el futuro ligadas siempre a su entorno y contexto, para contribuir en su desarrollo.

Por Andrés Edgardo Salazar Dzib

CIUDAD DEL CARMEN, Cam. 24 de octubre del 2022.- Las Universidades deben ser comunidades que aprenden, se cuidan, protegen y ven hacia el futuro ligadas siempre a su entorno y contexto, para contribuir en su desarrollo. El conocimiento y la común unidad son su filosofía.

En el caso que ocupa, la Unacar, se entiende a una comunidad de académicos como la que está constituida por personas empeñadas en trascender en los demás por medio de su ciencia, arte, técnica o humanidad, así lo entendió la comunidad que constituye la Universidad Autónoma del Carmen y se puso a trabajar en la “Grandeza de México” desde este lugar insular, poco conocido hasta el año 2000.

Lo tenían claro: si la Universidad destacaba trascendían todos; si un egresado era reconocido, se sentían orgullosos; si un proyecto destacaba, si un programa educativo se reconocía, todos se sentían orgullosos, desde el jardinero, el intendente, el maestro, el alumno, el administrativo, porque juntos construían el templo del saber y cada quien sabía por qué y para qué estaba trabajando dentro en su Alma Máter.

¿En qué momento se rompió esa armonía en la Unacar para dar paso al divisionismo? ¿Cuándo entre la comunidad se empezaron a ver como enemigos, si cada quien tenía su responsabilidad y sus funciones a cumplir, y se cumplían con creces? ¿La ocasión propició a un grupo de élite que empezó a vigilar, cuidar y perseguir a los no egoístas, a los que seguían pensando y actuando en consecuencia de la colectividad?

¿Qué pasó con los comunitarios y a quiénes se eligió para fomentar el divisionismo a ultranza?

En este sentido, es lamentable hasta donde ha llegado la Comunidad Universitaria el día de hoy, se debe entender que hay problemas comunes, y se tienen que ventilar en comunidad: no divididos. Sean jubilados o activos, o activos y jubilados.

Lamentable llegar al punto de polarización que se vive en la Unacar; una dualidad que divide a la comunidad académica, y hasta la niega por falta de dinero, que la Universidad no tiene para pagar las retribuciones económicas de los jubilados. Un grupo piensa que proporcionalmente se lo gasta el otro (o así se lo han hecho creer) y ahora, se lo quiere apropiar, y quedárselo; dejando al otro grupo sin lo correspondiente a sus derechos adquiridos ¿De qué creen que van a vivir? ¿Pensarán que, de esa manera egoísta, se resolverá el problema? ¿Y las autoridades…qué dicen?

Señores: la Unacar tiene sus leyes, estatutos y reglamentos, que le han permitido vivir en armonía; nadie se ha servido por encima de la normatividad y sus derechos adquiridos; que debajo de eso existan opiniones que fomentan el escarnio hacia alguno de los sectores, son respetables, y tienen que tomarse en cuenta para futuras adecuaciones o la reestructuración de la normatividad universitaria. Nuestro fondo de retiro no debió colapsar, ni estar agotado, si se hubiera alimentado con fondos frescos (que la Institución tuvo), descuentos reales y en proporción al salario devengado. Uy… si se hubiera trabajado para su independencia financiera, en adición a los recursos de las reformas estructurales que la Secretaría de Educación Pública, a nivel federal, otorgó hasta el 2018 a las Instituciones de Educación Superior.

Un reglamento, su tabulador de jubilaciones…no se hizo; no estarían viviendo en incertidumbre y con carencias los jubilados. Empero, lo malo no es sólo eso, igual los trabajadores activos estarán expuestos a futuro, si no se atiende a fondo este problema estructural; es decir, a largo plazo. No se debe ser pesimistas, aún se está a tiempo de recomponer esta debilidad institucional y salir adelante para evitar una mayor incertidumbre. Sin embargo, sólo se podrá emerger en unidad y buena voluntad: en un pacto entre autoridades de la Unacar, jubilados, trabajadores activos, autoridades estatales y federales.

No se quiera resolver el problema fomentando el divisionismo, la amenaza y la bajeza del pleito; sean racionales. Evalúen la productividad con base a trascendencia institucional antes de jubilarse…los gritos y sombrerazos no cuentan.

 

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